--Pero corre el riesgo de que la gente crea que ya están pensando en la próxima temporada por si el objetivo del ascenso empieza a desvanecerse.

--El devenir de las jornadas nos llevará donde vamos a estar. Matemáticamente es posible y lucharemos por ese objetivo, pero al final tienes que estar preparado para todo y nada te puede sorprender. Se va a fichar para ya, para subir al equipo lo más arriba posible independientemente de donde estemos la próxima temporada. En eso no pensamos a largo plazo, pensamos en jugadores que aumenten la calidad de la plantilla y hacerla más amplia. Para que que el que este aquí tenga competencia y diga voy a rendir más para el beneficio de todos.

--Entiende que cuando habla de fondo de armario se puede pensar que quieren traer solo jugadores para hacer número.

--Lo de fondo de armario es tener una plantilla amplia y con jugadores competitivos por igual. Yo no quiero tener un diez y un cinco, porque el día que el diez no esté bien tengo que poner un cinco. Prefiero tener dos siete y medio, a eso me refiero.

--¿Y para ese fondo de armario hay contabilizados cuántos jugadores podrían llegar ahora?

--Por presupuesto uno, pero vamos a intentar traer tres o cuatro. Sobre todo faltan jugadores en el mediocampo. No tenemos gente en el mediocampo y al final es lo que hace mover y jugar a los equipos. Dorca, Aria, Diamanka y Erik Morán son cuatro para tres posiciones. Y a veces cuatro para cuatro posiciones contando a Diamanka, que es un poco anárquico.

--Lo que queda claro es que la filosofía para reforzar la plantilla ha variado con su llegada.

--Pero es la zona del campo donde más se trabaja y menos recambios tenemos. Hay que equilibrar la plantilla. Centrales, por ejemplo, tenemos cuatro. ¿Hay que traer más o no? La valoración de si son válidos o nos gustan más o menos no es el momento de hacerla ahora. La obsesión, por decirlo de algún modo, es reforzar el centro del campo.

--Pero tanto Rubén como Mario son dos jugadores de riesgo.

--Y eso también hay que valorarlo, pero no puedes echar a todos los jugadores. Por eso hay que afinar mucho. Sabemos el riesgo de Mario con las lesiones y vamos a cuidarlo. He hablado con él y sabe que no puede jugar 20 partidos, porque no los jugaría al cien por cien. Es mejor tenerlo 10 al cien por cien que no 10.

--¿Contempla también salidas?

--Cuando tengamos seguro los jugadores que podamos incorporar veremos si necesitamos liberar o no fichas. Ahora tenemos cuatro libres, pero igual solo fichas tres y como no ocupan plaza de extracomunitario no tienes que quitarte ninguno. Van a venir seguro centrocampistas y después lo que pueda venir bueno será bienvenido.

--¿Usted cuenta con Aria?

--Aria está aquí. No ha jugado porque no lo he considerado oportuno. Pero no porque no haya jugado no cuento con él. Tampoco ha jugado Rubén, que está entrenando de los mejores.

--¿Con la actual plantilla, sin refuerzos, se podría competir por el ascenso directo?

--Dependemos de los resultados. El lunes, en el vídeo, les dije a los jugadores que nos los cambiaba por ninguno del Oviedo. Al Alavés le cambio la clasificación, pero no los jugadores. Ellos me miraban y me daban la razón, porque son mejores, pero eso hay que demostrarlo.

--¿Lo de Jorge Ortí del primer partido es una apuesta con visos de continuidad?

--Ortí es muy buen jugador. Es un tipo de delantero que también se puede reubicar un pelín más atrás. Interpreta bien el juego y combina bien. Era candidato a salir, pero por mi parte no, aunque también hay que entender que Diamanka salía de una lesión, el terreno de juego, que buscábamos algo diferente y el factor sorpresa.

--En el filial hay un jugador como Sergio Gil, que por estilo y por capacidad le puede encajar. ¿Va a estar pronto con usted?

--Mañana mismo (por hoy) se va a entrenar ya con nosotros, pero porque ya está bien. Para un jugador del filial subir al primer equipo tiene que ser un premio por rendimiento y por calidad. Sergio Gil estaba lesionado y ha podido jugar con el filial, pero para entrenar con el primer equipo hay que estar al 300 por cien. Es un jugador de categoría.

--¿Cuánto ha influido Narcís Juliá para que usted sea el entrenador del Zaragoza?

--Si no me equivoco, en el cien por cien. Al hablarme del Real Zaragoza la maleta ya se estaba abriendo sola y al decirme que venía él, un emblema del club, solo le dije que a qué hora tenía que coger el AVE.

--Pero entre su llegada y su contratación pasaron varios días y también hubo contactos con otros entrenadores.

--Yo no sé qué día me llamo a mí y si había llamado a otros y le dijeron que no. Tampoco le he preguntado ni tampoco me ha dicho si había sido el primero. No hay necesidad de eso. A mí me lo demuestra en el día a día. No pasa nada porque pasaran algunos días desde su llegada y después viniera yo. Narcís Juliá es una persona que se autoexige mucho y la decisión de entrenador era de máxima responsabilidad.

--¿Se toma esta oportunidad como su gran ocasión para ponerse en el escaparate?

--Lo de las ruedas no me gusta. Tienes que seleccionar. No quiero entrenar a 20 equipos e ir de aquí para allá. A mí me gusta dejar un poco de poso donde estoy, con una dedicación plena y un estilo fiel. Ahora quiero hacerlo bien en el Zaragoza, porque el club necesita estar arriba y dejar un poco de poso. Primero es un reto individual y también por respeto al escudo. Tienes que dejarlo todo y devolver a las personas la confianza que te han dado. He tenido la suerte de que el Zaragoza ha apostado por mí.