La tensión en la fábrica de Seat en Martorell estalló ayer. El personal de oficina y de apoyo a los operarios se rebeló contra los 330 despidos anunciados por la dirección y contra la acuerdo del comité de aplazar las movilizaciones hasta el lunes. El bloqueo del acceso de camiones paralizó en pocas horas la fábrica y forzó al presidente, James Muir, a negociar un recorte de plantilla planteado como despidos disciplinarios individuales. El paro espontáneo del personal de apoyo se inició de madrugada y en poco tiempo dejó inactivas las tres líneas de producción. El bloqueo se mantuvo durante todo el día, con lo que se perdió la producción de unos 1.600 coches y dejó de brazos cruzados a los casi 8.000 operarios. Aunque había varios coches patrulla, no se produjo ninguna intervención.

Mas más tarde, la planta de producción de cajas de cambio de Seat (Gearbox) también detuvo la actividad al conocer que el recorte de personal afectaba a trabajadores de mantenimiento de categorías bajas de la fábrica.