Cumplimiento absoluto y normalidad. El primer día de vida de la nueva ley antitabaco estuvo ayer exento de conflictos en Zaragoza, La obediencia de los fumadores ha sido "total", según coinciden en señalar los empresarios de la hostelería de la ciudad y asociaciones contra el tabaquismo. "No ha sido el apocalípsis que algunos vaticinaban", afirmó Pilar Cascán, presidenta de la Asociación para la Prevención del Tabaquismo en Aragón (APTA).

Al margen del cumplimiento, la medida ha dado lugar a todo tipo de anécdotas. Se acabó la partida de guiñote con puros y cigarros; adiós el fútbol pasado por humo en el bar. Los ceniceros se han quedado huérfanos en la hostelería, de ahí que algunos camareros los regalen a sus clientes, como pudo verse ayer en la tasca de la Agrupación Artística Aragonesa, en la calle Royo.

Aunque esperada, la imagen de gente fumando a la entrada de cafés y bares no pasaba desapercibida. "Te sientes un poco ridículo saliendo a la calle, pero el vicio te puede", confesaba Juan Marcos con un cigarro a las puertas de la cervecería Escocia, donde charlaba con otra joven fumadora que acaba de conocer. "Quizá sirva para fomentar las relaciones sociales", decía sonriendo.

En la cafetería El Rincón de la Abuela, en residencial Paraíso, Elsa y Emiliano repetían conversación sobre la "dichosa" ley. "La gente está cumpliendo, no queda otro remedio, te arriesgas a una sanción", señaló el hombre. Y como daños colaterales, apuntó que habrá "mas enfriamientos" y "quejas vecinales" por el ruido de los corrillos de fumadores que se formen en la calle por la noche.

Fumadores despistados

A las puertas del Estoril, una cervecería de la zona comercial de Las Damas, Helen Rodríguez y Javier López salían del local para echar un pitillo, pero sin resignación. "Aunque fumamos, se agradece la prohibición. Fumaremos menos porque el café no vamos a dejarlo de tomar".

Un grupo de voluntarios de APTA recorrió este domingo diferentes zonas de la ciudad para comprobar si la norma se cumplía "Tal y como esperamos los ciudadanos y los fumadores se están comportando cívicamente", explicó Cascán. En su opinión, la realidad está demostrando que con la nueva legislación "la gente no deja de ir a los bares como algunos auguraban, y tampoco hay conflictos". La única queja de la asociación es la cartelería. "Se han retirado los indicativos del permitido fumar pero echamos en falta en muchos establecimientos el cartel que recuerda la prohibición", agregó.

"Todos los indicadores que hemos observado son favorables al cumplimiento", apuntó Luis Sánchez, miembro también de APTA, que ha comprobado in situ por los bares del centro y del Tubo que la ley "es un éxito". "Nadie se la quiere jugar porque con la nueva norma no valen las medias tintas y hay multas", abundó.

Luis Baquer, vicepresidente de Horeca (Federación de Empresarios de Hostelería de Zaragoza), también cree que el primer día del veto al humo se ha vivido con "normalidad absoluta". Por su experiencia como propietario del restaurante-cafetería Las Palomas, "no ha habido ningún incidente ni conflicto, tan solo algunos fumadores despistados que no se acordaban de la prohibición". Lo que no tiene tan claro es qué repercusión económica tendrá la medida sobre estos negocios: "Si bajan las venta lo veremos con el tiempo, de momento no lo podemos saber".

La madrugada del sábado al domingo fue también, en teoría, la primera noche de fiesta sin humo, ya que la legislación entraba en vigor en la medianoche. Sin embargo, en las zonas de marcha de Zaragoza el seguimiento fue algo desigual. Pero las autoridades sanitarias y las asociación contra el tabaquismo consideran que la prueba de fuego para estos locales serán las noches festivas de Reyes y el próximo fin de semana. Habrá que esperar entonces para comprobar si se acabó la fiesta con malos humos.