Chunta Aragonesista e Izquierda Unida criticaron el doble discurso del Gobierno de Aragón a la hora de apostar por el aprovechamiento de recursos en el plan de 400 medidas, cuando "están cerrando centros sanitarios por las tardes". Esta reacción se produjo ayer durante una mesa redonda organizada por la La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) y la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de Aragón (ADSPA).

Las diputadas de CHA e IU no entendieron cómo el Gobierno de Aragón "vende" ahora el aprovechamiento de los recursos, cuando el centro de especialidades Grande Covián "está cerrado por las tardes". La portavoz de CHA, Nieves Ibeas, se cuestionó de "dónde va a salir el dinero para el plan de 400 medidas, si no está contemplado en el presupuesto". Además, la portavoz aragonesista indicó que la sanidad pública "no da abasto por la enorme demanda que existe" y criticó que se cierren centros por las tardes.

Esta misma idea sostuvo, la diputada de IU, Patricia Luquin. "Sabemos que están siendo desviados servicios a las clínicas privadas", explicó, además de mostrarse sorprendida por el "raro concepto" que el Gobierno tiene de aprovechamiento de recursos "cuando se cierra el Grande Covián".

Por su parte, el diputado socialista Eduardo Alonso pidió a Rudi que dejase de lanzar cortinas de humo y comenzase a trabajar "después de siete meses". Además, Alonso comparó la sensibilidad sanitaria de la presidenta con la de "una pared", antes de criticar que el PP "ha estado durante cuatro años pidiendo un noveno sector en Zaragoza y ahora ha reducido a cuatro el número de gestores".

El diputado popular Ricardo Canals ejerció su papel de defensor del actual Ejecutivo aragonés aludiendo a que el gran objetivo que se persigue es "la estabilidad presupuestaria" y que para lograrlo se pueden combinar servicios de carácter público y privado en diferentes centros. Una idea que defendió Manuel Blasco del PAR para regularizar la situación por medio de la "racionalización del gasto".