La madrileña Puerta del Sol ha estrenado el día de hoy más oscura que nunca. La Marcha Negra de los mineros entró durante las últimas horas de ayer en la capital y tras la medianoche tomó la plaza que se ha convertido el epicentro de las protestas desde que estalló la crisis. Un acto que sirvió de previa de la gran manifestación que culminará hoy en las puertas del Ministerio de Industria, en la que los sindicatos esperan reunir a más de 25.000 personas, y que supone el mayor pulso que un sector económico le ha planteado al Gobierno en la calle desde su llegada al poder hace algo más de medio año.

Los más de 200 mineros repartidos en dos columnas (la asturleonesa, la más numerosa, y la de Aragón, que reúne también a trabajadores de Castilla La Mancha y Andalucía) se encontraron ayer en el barrio de Aravaca, a las afueras de Madrid, después de recorrer unos 400 kilómetros a pie en unos 20 días. Todo para protestar por la reducción de las ayudas al sector que, aseguran, aboca al cierre a la inmensa mayoría de las explotaciones y a la pobreza y la despoblación a las cuencas mineras.

"Esperamos que el señor ministro (de Industria, José Manuel Soria) escuche al pueblo. Queremos lo que es nuestro, lo pactado. No pedimos el 100%, se puede negociar, pero no quiere hablar", sostiene Santiago Marzo, un minero de Andorra (Teruel) con 25 años de experiencia en el sector.

Industria había incluido una partida de algo más de 400 millones de euros para la minería en los presupuestos del Estado para el 2012, si bien luego la elevó a 656 millones aprovechando unos remanentes. La cifra es un 44% inferior de la presupuestada para el 2011 (1.177 millones), pero --alega el Ministerio-- solo el 13% inferior a la que realmente se ejecutó (755 millones).

CULPA DE ZAPATERO Soria ha asegurado que "hubiera sido posible" mantener esa última cantidad si el Gobierno de Zapatero hubiera cumplido con la reducción del déficit pactada con Bruselas para el año pasado, pero que ahora es imposible destinarle más dinero al sector. Sin embargo, lo que realmente preocupa a los mineros es que las ayudas para las empresas y la explotación (las que permiten mantener la actividad, porque el resto va a otras partidas como prejubilaciones, formación o reconversión industrial) han caído a 232 millones de euros, más del 60% menos de lo presupuestado para el 2011.

"Los empresarios quieren hablar de los Presupuestos del 2012, pero el Gobierno no tiene margen de maniobra para mejorarlos porque habría que sustraerlo de otros sectores y no hay ninguno, dentro de los del Ministerio, que tenga una cuantía mayor", aseguró ayer Soria en Tele 5. El ministro sigue apostando por negociar un nuevo plan del carbón para el periodo 2013-2018, imprescindible para que el sector pueda recibir ayudas, previo visto bueno de Bruselas. "No tengo previsto recibir mañana (por hoy) a los mineros", concluyó.

PASO POR LA MONCLOA El sector de la minería espera hacerle cambiar de opinión con la manifestación que hoy irá por el Paseo de la Castellana desde la Plaza de Colón hasta la sede del Ministerio. Partidos como el PSOE e IU se han unido a la protesta convocada por UGT y CCOO, que cuentan con el apoyo de la patronal Carbunión.

Ayer por la noche, los mineros calentaron motores con su marcha nocturna desde Aravaca a Sol, que gracias a un juez pudo pasar por delante del palacio de la Moncloa. La delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, lo había prohibido, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) tumbó su decisión, a petición de los sindicatos, al entender que la representante del Ejecutivo no había acreditado que pudiera haber una "alteración del orden público, con peligro para personas o bienes", el único motivo por el que se puede restringir el derecho a la manifestación.

"El Gobierno dice: aquí tienes lentejas, si quieres las comes y si no, las dejas. Pero nosotros solo comemos lentejas si queremos. Vamos a llegar hasta el final", advierte Antonio Bernal, minero de Ariño. Algunos mineros aseguran que trataran de acampar frente al Ministerio, pese a que la Delegación del Gobierno se lo ha prohibido tanto allí como en la Puerta del Sol.

Los sindicatos han fletado más de 500 autobuses (cerca de 30 en Aragón) desde las cuencas para traer a manifestantes, a los que se han sumado los que han venido por sus propios medios.