El Consejo de Administración de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha autorizado la adjudicación por 365.878 euros de los trabajos de explotación y el mantenimiento del embalse de San Salvador, en la provincia de Huesca.

El contrato, que tiene una duración inicial de dos años, con dos posibles prórrogas de un año de duración cada una, ha sido adjudicado a la empresa Elecnor, informaron fuentes del ministerio.

El embalse de San Salvador, cuyas obras fueron ejecutadas por el ministerio a través de Acuaes, ha requerido una inversión total de 105 millones de euros.

Con una capacidad de 136 hectómetros cúbicos, permite atender las demandas de 22.400 hectáreas y mejorar la dotación de riego del Canal de Aragón y Cataluña, que ha pasado de los 5.304 metros cúbicos por hectárea anteriores hasta los 6.800.

Gracias a este embalse, que suscitó el consenso de todas las partes, se ha podido ampliar la superficie de riego en una de las zonas con mayor producción frutícola de Europa. Precisamente, esta misma semana el Gobierno de Aragón ha aprobado seis proyectos de modernización de regadíos, por valor de 14,6 millones de euros y con una subvención de 7,2 millones, en la zona regable del Canal de Aragón y Cataluña, con 105.000 hectáreas, de las cuales, el 60% están en Aragón y el 40% restante en Cataluña. La componen 132 comunidades de regantes, 37 municipios y atiende a más de 200.000 habitantes en su área de influencia.

La comunidad de regantes de Aragón y Cataluña cuenta con un sistema de regadíos muy maduro y por ello presenta una gran implantación agroindustrial, así como grandes superficies de producción de elevado valor comercial como son los frutales. También tiene una instauración ganadera muy importante, básicamente porcino y vacuno de engorde.

Se trata de un sistema que dio un paso sustancial con la construcción y entrada en servicio del embalse de San Salvador, ubicado dentro del propio sistema, y que supuso para los regantes alcanzar el reto de ser capaces de acordar la inundación de más de 1.000 hectáreas de cultivo. Dicha infraestructura ha permitido a este sistema pasar a disponer de suficiente regulación y atender a todas las demandas existentes en la zona.