La confluencia de la izquierda en Aragón está más cerca que nunca. Al menos, esa es la sensación que se palpa en el seno de Ahora Aragón en Común, que retomó ayer sus asambleas tras el parón estival en una semana colmada de gestos políticos a favor de la unidad. "A día de hoy, casi podemos decir que no van a existir dos listas de confluencia en Aragón", afirmó Christian Martín, simpatizante de IU y miembro de la plataforma.

Primero fueron las declaraciones de Pablo Iglesias en la rueda de prensa de apertura del curso político en las que abrió la puerta a la confluencia de Podemos con otras candidaturas a nivel regional. El miércoles tuvo lugar el anuncio de IU y CHA de que irán juntos a las generales, en una lista de unidad "lo más amplia posible". Y ayer, de nuevo el líder de Podemos, expresó que "es posible" que haya acuerdos de su formación en Aragón con otras listas confluyentes.

El caldo de cultivo parece por fin propicio para la unidad de la izquierda. Pero desde Ahora Aragón en Común hicieron ayer un llamamiento a "todas esas fuerzas políticas que han manifestado que están por la confluencia, para que fijen posiciones formalmente y se pongan en contacto con nosotros", indicó Kiko de la Rosa, miembro de la plataforma. "Insistimos en el llamamiento al diálogo con todos los partidos y movimientos sociales para crear una plataforma ciudadana que se presente a las generales", expresó Martín.

Ahora Aragón en Común espera ese gesto definitivo de acercamiento, pero las posturas de IU y CHA están claras. Y Podemos celebra mañana por la tarde un Consejo Ciudadano que puede terminar de culminar este proceso de confluencia, aunque la formación violeta sigue marcando sus dos líneas rojas: que la candidatura lleve las siglas de Podemos y que la elección de las listas sea por primarias abiertas.

"El nombre no es un problema y no va a frenar la unidad, y el proceso de primarias abiertas también es clave para nosotros", expresó Joan Vilà, miembro de la plataforma. Las piezas del puzzle se acercan, pero falta la confirmación de la militancia de Podemos --que ya expresó en julio que prefería un modelo confluyente-- y que CHA e IU acepten renunciar a sus siglas a pesar de que Podemos no lo haga.