Aragón vuelve a situarse a la vanguardia de la investigación de enfermedades con la próxima puesta en marcha de un ensayo clínico para tratar la dermatitis atópica, una patología de la piel que sufren entre el 2% y el 10% de la población adulta aunque puede alcanzar hasta el 20% en los niños.

El hospital de Alcañiz será el escenario de la puesta en marcha de la prueba, en la que participarán enfermos de dermatitis que reciben tratamiento en este centro, así como alrededor de 600 pacientes de 17 países del mundo. Todos ellos servirán para analizar el tratamiento con nuevos medicamentos muy potentes destinados a la dermatitis atópica de intensidad moderada a severa, como los fármacos biológicos. "Son los llamados anticuerpos monoclonales", explica el doctor Javier Perfecto, médico de familia del centro de Salud Arrabal de Zaragoza y miembro del Comité Etico de Investigación Clínica de Aragón.

Así, Aragón vuelve a participar en una investigación puntera del área biomédica para ser el escenario del tratamiento con estos nuevos fármacos de una enfermedad que puede llegar a mermar en gran medida la calidad de vida de muchas personas.

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que no es grave ni contagiosa aunque si muy molesta. "Aparece sin previo aviso a cualquier edad, y cuando lo hace es necesario consultar al médico de familia lo antes posible. El ayudará a controlar los síntomas y en los casos graves a enviar al dermatólogo", expone Perfecto.

Sus brotes pueden llegar a causar un picor "insoportable" y se caracteriza, además, por sequedad de piel y eccemas cuyas características incluyen el enrojecimiento, la inflamación o la formación de costras en cualquier parte de la piel del cuerpo. "Esta dermatitis, en su forma más intensa, puede ser extremadamente invalidante como consecuencia de varios factores: problemas psicológicos y psiquiátricos importantes, falta de sueño y deterioro de la calidad de vida. Todo esto comporta un elevado coste socioeconómico", añade.

En la producción de la patología están implicados varios factores, como los ambientales, la genética y la alteración de la función de barrera de la piel. "El sistema inmunitario alterado de la persona parece ser el mecanismo que desencadena la enfermedad. La dermatitis atópica cursa a brotes y entre ellos suele haber una total normalidad de la piel y una ausencia de síntomas puede ser desconcertante para el paciente que la padece o para los padres de los niños afectados", indica Perfecto.

En este sentido, la prevención adquiere un papel especialmente relevante. Para ello es preciso visitar al médico, una buena hidratación de la piel, usar solo ropa de algodón, limpiar y ventilar bien las habitaciones de la casa. "Asimismo, las duchas deben ser cortas, tibias y a ser posible sin esponja que frote mucho la piel, el gel ha de ser de pH ácido y hay que evitar secarse frotando la piel", explica el especialista, que recomienda especialmente la vida "sana"; la dieta rica en frutas frescas y evitar temperaturas extremas.