L as elevadas temperaturas máximas registradas en Aragón desde el pasado jueves (29,8 grados en Zaragoza, 29,2 grados en Teruel y 27,6 grados en Huesca) han terminado por confirmar la tendencia: con cuatro grados por encima de las temperaturas medias y siete grados por encima de las máximas, está siendo uno de los meses de octubre más cálidos desde 1950.

A este calor en el valle del Ebro, contribuye, en buena medida a la ausencia del cierzo, que en Zaragoza sopla unos 280 días al año, pero que no aparece desde el pasado 11 de julio. Ese día lo hizo con una velocidad de 78 kilómetros por hora. Solo el 18 de agosto el viento volvió a hacer acto de presencia durante tres horas por una tormenta (79,6 kilómetros por hora), pero no fue un episodio de cierzo propiamente dicho.

Esta situación variará hoy por la tarde de forma apreciable en el valle del Ebro, donde el cierzo se asomará durante 48 horas y los valores máximos pueden descender hasta 10 grados de golpe. Según la prediccción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el calor volverá de cara al fin de semana y el domingo ya sí es probable que el otoño se haga más presente.

"Estamos teniendo una segunda quincena de octubre de temperaturas por encima de lo normal. No se aprecian valores máximos de récord, pero a estas alturas de mes ya es todo un registro tener los termómetros así", destacó el meteorólogo de Aragón Televisión Eduardo Lolumo, para quien este cambio momentáneo supone llevar el mercurio a su valor normal: "Hablamos de un bajón de las temperaturas, pero es que se van a quedar en los 20 grados, donde deberían estar".

Los casi tres meses que llevan los zaragozanos sin caminar por la calle con el cuello encogido por la fuerza del viento se deben a lo que ocurre en el Atlántico: "Allí se suceden las borrascas que bloquean la entrada de frentes que propician el cierzo y traen vientos del sur", explicó el delegado de Aemet en Aragón Rafael Mariano Requena. Eso conlleva la entrada de vientos del sur. "Es una situación típica del mes de agosto. Si esto se da en verano, nos asamos", resaltó Lolumo.

El calor se aprecia especialmente en el Prepirineo y el Pirineo (los 27 grados de Sabiñánigo o los 26,5 grados en Aragüés del Puerto). "En el Pirineo todavía no se ha producido ninguna nevada de consideración", recordó el delegado de Aemet en Aragón. Este tiempo está haciendo que los tirantes y la manga corta sigan dominando en las calles, frente a los primeros abrigos, que suelen vestir los más madrugadores. "Este mes de octubre sigue la tendencia de los últimos años en los que los veranos se alargan. El otoño sí se siente por las noches y a primeras horas de la mañana", explicó Lolumo. Como en Teruel, donde el domingo pasaron de los 7 grados de mínima a los 29,2 de máxima.