Podemos se encuentra inmerso en el nerviosismo previo a la renovación de cargos en la dirección. La celebración de su asamblea ciudadana estatal el próximo mes de febrero, conocida entre los medios como Vistalegre II, supondrá previsiblemente un cambio en sus políticas y rostros. Por ahora dos sectores despuntan en la batalla, los liderados por Pablo Iglesias y por Íñigo Errejón. Unos y otros tratan de aligerar el camino a sus propuestas y proyectos. Por ahora el colectivo Anticapitalistas se ha adelantado con un manifiesto en el que piden un partido «donde el poder emane de las bases y no de los secretarios generales».

El primer punto de atención en las próximas fechas será el sábado que viene. En ese momento, el consejo ciudadano estatal establecerá el modelo definitivo de asamblea. Previsiblemente los territorios no tendrán una presencia directa en el debate. Uno de los firmantes del manifiesto Por una marea del cambio, por un Podemos en movimiento es el secretario de organización de Podemos en Aragón, Román Sierra. «Tenemos más incógnitas que certezas», asume sobre el proceso que se avecina. Una gran diferencia respecto a la primera cita en Vistalegre es organizativa: en aquel momento no existían las delegaciones territoriales en la forma en la que se trabaja actualmente.

Esta situación hace que el debate de la descentralización se haya situado en primera línea. «Todos tenemos en perspectiva esta situación, pero no sabemos cómo se abordará», reconoce Sierra. De hecho, en el documento político elaborado el pasado mes de noviembre por el partido en la comunidad no se hace referencia a esta circunstancia. Se reclama de forma genérica más autogobierno para Aragón, pero no define el encaje del territorio dentro del partido. En el manifiesto anticapitalista se habla de otorgar más peso a los «territorios» y se pide que el partido «admita de una vez por todas el pluralismo».

La división

La división que se haevidenciado en las fases previas en Madrid no se ha hecho visible en la comunidad. El manifiesto está firmado también, entre otros aragoneses, por la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Luisa Broto y las diputadas en las Cortes de Aragón, Itxaso Cabrera, Amparo Bella y Erika Sanz. Pero todos juzgan que entra dentro del debate saludable en cualquier organización. Fuentes del partido señalan que una figura potente como la del secretario general en la comunidad, Pablo Echenique, garantiza la tranquilidad interna. Episodios como el enfrentamiento con Pablo Iglesias al establecer la dirección del partido quedan finalmente olvidados.

El secretario de Análisis Político, Lorién Jiménez cree que al final del proceso se logrará «más apertura», aún a falta de conocer circunstancias concretas. El debate fundamental será determinar cuánto influirán los territorios o los círculos. El recorrido por diversos círculos que Echenique ha emprendido bajo el paraguas de Atarse los cordones -que este fin de semana se ha detenido en Zaragoza, Huesca y Teruel- tiene que ver con esta diferenciación. El partido anima de esta forma la creación de documentos para el debate que no solo emanen de la dirección.

El paso más concreto en favor de una diversificación territorial de Podemos se ha dado desde Andalucía. Su secretaria, Teresa Rodríguez, ya ha avanzado su intención de trabajar por una federación mucho más autónoma. Aunque el debate no entrará en estos términos en Vistalegre, la semilla ya está plantada. Habrá que ver cómo logra el partido canalizar todas las tensiones en los próximos años.