La reunión que mantuvieron ayer PAR, PSOE y CHA del Bajo Aragón-Caspe dejó en el aire el pacto de Gobierno que actualmente mantienen las tres fuerzas políticas en la comarca. CHA puso sobre la mesa catorce exigencias para mantener la coalición. Sus socios, por el momento, al frente de la comarca, aceptaron doce. Las dos que quedaron fuera, la bajada de sueldo del presidente y vicepresidente de la comarca y la utilización de ese dinero para acciones sociales, suponen para los nacionalistas un escollo insalvable para continuar en el Gobierno.

CHA, mediante su presidente en la comarca del Bajo Aragón-Caspe, Rafael Lumbreras, emplazó a PAR y a PSOE a dar una respuesta en la próxima semana. La negativa de ambas formaciones implicaría, según Lumbreras, la retirada definitiva de CHA de la coalición. Una circunstancia que dejaría a aragonesistas y socialistas en mayoría simple frente al resto de grupos de la oposición.

CHA, con dos consejeros, es la llave de la gobernabilidad en Bajo Aragón-Caspe. Frente al escepticismo de Lumbreras, el presidente de la comarca, Carlos Jerónimo Alastuey (PAR), se mostró satisfecho a la salida del encuentro entre los tres grupos políticos. "Se ha intentado llegar a un acuerdo de cordialidad. Estoy satisfecho por la intención de hablar, de debatir y de llegar a acuerdos", dijo.

Para Alastuey fue fundamental, en la tierra que alumbró el Compromiso de Caspe, acercar posturas entre CHA y sus socios de Gobierno. Sin embargo, mostró sus reticencias a la exigencia de los nacionalistas de reducir su sueldo y el de otros cargos: "Han hecho una propuesta y se valorará. El presidente ya se bajó el sueldo un 36%. No me fui de vacaciones, empleé días moscosos en la comarca, quizá la solución no sea esa", agregó.

No es una opinión que comparta el representante de CHA. Para la formación es esencial reducir el sueldo de los altos cargos. No hay otro camino. "Todo queda a expensas de estos asuntos", explicó, en referencia a las ayudas en materia social. "Lo que se pueda sacar con la bajada de la retribución, destinarlo a los recortes que se han hecho en las competencias de la comarca".

Respecto a las demás proposiciones, entre ellas presentar una moción en la comarca para pedir al Gobierno aragonés la sustitución del término "aragonés oriental" en la ley de lenguas por "catalán", Lumbreras sí se mostró positivo. Sin embargo, la clave quedó sin resolver.