El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) aprobó ayer por decreto el plan económico financiero después de perder, por segunda vez, una votación para sacarlo adelante y a pesar de que existe un fallo del Tribunal Constitucional (TC) que declara "inconstitucional" esta práctica. Tras este fracaso, ZeC se vio obligado a tomar una decisión fruto de la soledad que sufre en el salón de plenos, con unas relaciones con el PSOE y CHA tan turbulentas que le dan una de cal y una de arena. Si la semana pasada fueron los socialistas los que pusieron en un aprieto al equipo de gobierno, ayer fue CHA. Y por sorpresa.

El concejal de Economía, Fernando Rivarés, presentó en un pleno extraordinario un segundo plan económico enmendado y renegociado con el PSOE, pero no con CHA, o esto es lo que decían los nacionalistas y el motivo por el que decidieron votar en contra junto a PP y C's dejando sorprendidos y atónitos al resto de concejales. "Si ZeC hubiera contado con CHA el escenario sería diferente", admitió el portavoz de Chunta, Carmelo Asensio. El propio Rivarés dio a entender durante su intervención que Chunta se abstendría.

Tras caer esta enmienda, el pleno volvió a votar al proyecto original que presentó Rivarés y que también cayó, como ya sucedió en la comisión de la semana pasada cuando PP y C's votaron en contra y el PSOE se abstuvo. CHA, entonces, apoyó a ZeC.

Tras esta situación el equipo de Gobierno tenía tres opciones: volver a negociar con CHA y PSOE un plan; presentar una moción de confianza o aprobarlo de forma unilateral por Gobierno. Fue esta última la alternativa escogida por "responsabilidad" y por las "consecuencias" que podría ocasionar a la ciudad, explicó Rivarés. Si el plan no se aprobaba ayer --ya fuera de plazo desde el día 18-- se producía un "jaque mate en Zaragoza", sentenció el concejal que explicó que, por la "infame" ley del Estado central, había que bloquear "unos 50 millones" del presupuesto para asegurar el pago a la banca, entre otras cosas.

Rivarés acusó al resto de formaciones de poner "en peligro" la estabilidad de la ciudad por "intereses partidistas" y tras un pleno en el que se había producido "un juego de sillas". Recordó que había un acuerdo "tácito y verbal" con PSOE y CHA de aprobar el primer plan económico en el que los socialistas se abstuvieron. "Aún así le tendimos la mano al PSOE" para renegociarlo y volver a presentarlo. Según Rivarés, y en una reunión a tres bandas, CHA anunció que se abstendría en la votación como muestra de su malestar y de su posición contraria a las propuestas del PSOE. De esta manera, ZeC hubiera podido tener un proyecto solo con el sí del PSOE y la abstención de Chunta. Pero no fue así. Asensio explicó que dieron el no a la "autoenmienda" de ZeC "por coherencia, rigor y seriedad". "No podemos aprobar un proyecto que incluye a martillazos 30 millones", en relación a la previsión hipotética el Gobierno de solicitar al Fondo de Impulso Local un crédito para el pago de sentencias.

PSOE, PP y C's coincidieron en que el resultado de la jornada deja patente la "incapacidad" del Gobierno para negociar. Para el socialista Javier Trívez el segundo plan incluía "modificaciones sustanciales" como incrementar la partido de inversiones en lugar de reducirla. Algo muy discutido por el resto de formaciones que insistían que ese dinero iría destinado a pagar sentencias. Desde C's, Sara Fernández reiteró su idea que el proyecto no contenía "ninguna medida" para cumplir con la regla de gasto. Y desde el PP, Jorge Azcón, aseguró que era "tan austericida" como el primero y que su función pasaba por "esconder la cabeza".