Un bastón rojo y blanco sirve para alertar a los ciudadanos de que quien lo usa además de ciego, es sordo, personas a las que hay que advertir de la propia presencia de una forma entendible, y por eso "Coge mi mano" es el lema elegido por la ONCE para dar a conocer los problemas de estas personas ante la sociedad.

El lema "Coge mi mano" tiene que ver con las necesidades de comunicación de las personas con sordoceguera, quienes reciben principalmente la información a través de las manos, mediante diferentes sistemas, así como que al no contar con los sentidos de la vista y el oído se apoyan en el olfato, el gusto y el tacto.

En estos momentos la Fundación ONCE de Atención a Personas con Sordoceguera (FOAPS), que celebra su décimo aniversario de dedicación a la mejora de la calidad de vida de las personas con sordoceguera en España y, en este caso concreto, en Aragón, atiende en la comunidad a un total de diecinueve personas.

En 2007, año en el que por ley se reconoció la sordoceguera como discapacidad en España, según ha recordado la vicepresidenta de la ONCE, Patricia Sanz, se atendía a catorce personas en la comunidad y en estos momento se da cobertura a 16 personas en Zaragoza, 2 en Teruel y 1 en Huesca.

Para poder desarrollar esta labor de integración, la FOAPS cuenta en Aragón con el trabajo que desarrollan cinco mediadoras que son las personas encargadas de integrar a estas diecinueve afectadas por sordoceguera, de las que trece son menores y seis adultas.

La consejera de Derechos Sociales y Ciudadanía, María Victoria Broto, junto al Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, Patricia Sanz y el delegado de la ONCE en Aragón, Ignacio Escanero, entre otros, han celebrado este décimo aniversario en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli de Zaragoza.

Además, Ascensión Cordón, persona con sordoceguera de 69 años, junto a su mediadora Laura Frago, que ha sido su voz, ha contado en primera persona su experiencia en el día a día, en estos momentos en una residencia de la capital aragonesa en la que convive con personas sin discapacidad.

Cordón ha explicado, con notable orgullo al auditorio, que ella misma se encarga de hacer su colada de ropa y cómo se realiza personalmente haciendo diferentes tipos de manualidades como broches o flores, entre otras cosas, "que me encanta", además de tener autonomía para moverse por sus propios medios dentro de la residencia.

También ha recordado que fue su madre la que le enseñó a desenvolverse y a hacer las diferentes tareas de la casa hasta que falleció, y cómo ha seguido avanzando en la vida porque es "muy lista y valiente".

Ahora, con la colaboración de su mediadora, está trabajando en poder ir un paso más allá y conocer el entorno para poder realizar salidas fuera de la residencia e ir sin compañía "a comprar a la farmacia", por ejemplo.

El objetivo de FOAPS y la ONCE, con motivo de su décimo aniversario, es realizar diferentes actos durante este año, por toda España, para dar a conocer a la sociedad la realidad de estas personas.

A lo largo de estos diez años de vida, la FOAPS ha dedicado en Aragón un total de 41.351 horas a la mediación, de las que 4.197 corresponden al año 2016, mientras que en todo el Estado han sido 540.573, de las que 83.834 fueron el año pasado.

Patricia Sanz ha destacado que la atención para estas personas es especialmente importante porque les facilita "el contacto con su entorno" a la vez que ha remarcado que las mediadoras no son asistentes personales sino que "les facilita actuar y ser tan autónomas como su discapacidad les permite".

También ha resaltado que están llegando cada vez a un número mayor de afectados y que en el caso concreto de Aragón destaca el que se atiende "a un número importante de menores", ya que son trece de los diecinueve sordociegos, y gracias a la labor educativa que se realiza de manera conjunta con la administración "están cada vez más integrados".

Sanz ha explicado que hay diferentes niveles de sordoceguera, y entre ellos ha apuntado la dificultad que entraña para las personas que la tienen congénita (de nacimiento) porque "tienen un problema muy importante no solo de imitación, sino de hacerse a la idea de lo que hay en su entorno", mientras que los que son de forma "adquirida" tienen la dificultad de verse en esa situación cuando son adultos pero "tienen idea y conciencia de lo que hay en el entorno".

Por su parte, María Victoria Broto ha destacado la labor que desarrollan las mediadoras que ha permitido que se pueda trabajar con las personas sordociegas en el sistema educativo.

Por ello, la actitud del Gobierno va a seguir siendo la de "escuchar y trabajar conjuntamente con las entidades para lograr romper las barreras y que cada persona pueda llevar adelante su proyecto de vida".

"En este trabajo, como en los demás, el Gobierno de Aragón solo puede caminar de la mano de las entidades y se colaborará como se ha hecho hasta ahora, y quien más conoce el tema es la Fundación ONCE", ha insistido.