No había sonrisas ayer en la sala del Servicio Provincial de Educación de Zaragoza donde, ayer, se celebró el sorteo para adjudicar las más de 900 plazas escolares -429 de 1º de Infantil- pendientes de adjudicar entre Infantil y Primaria. Semblantes serios, voces entrecortadas, miradas al cielo y nervios a flor de piel se apoderaban de un recinto con la mayor afluencia en mucho tiempo.

Pero, ayer, el día más amargo para estas familias que todavía no saben a qué colegio irá su hijo a partir de septiembre, fue todavía más duro. Un error en la impresión de las listas con la adjudicación de números aleatorios a las solicitudes pendientes provocó el enfado de los asistentes, más nervios y más amargura. Incluso, la amenaza de la impugnación del sorteo planeó durante varios minutos, aunque el error se subsanó con celeridad y la cosa no pasó a mayores.

Hasta entonces, el sorteo estuvo presidido por las quejas y críticas de familias de Valdespartera que, de momento, se han quedado sin plaza en sus primeras opciones. «Hay diez niños que saldrán del barrio a pesar de que habían dicho que entrarían todos. Puede que mi hija sea una de ellos», decía Nestor Martín, que se quedó fuera del San Jorge, al lado de su casa, Montecanal y Valdespartera 3. Todos llenos. «Si tenemos que salir del barrio mi mujer no va a poder ver a su hija porque trabaja de 5 a 10 de la noche», lamentaba.

En una situación similar está Manuel Sicilia, sin acceso a Valdespartera 3 y Montecanal. Es posible que su hija sea enviada a Rosales del Canal pero «está a más de un kilómetro, tengo otra niña pequeña y, si me toca allí, tendré que comprarme un coche porque en autobús no puedo ir», indica. Además, su mujer volverá a trabajar pronto tras su permiso por maternidad. «A ver cómo lo hacemos. La tendré que dejar a comer porque me marcho a las 6 de la mañana y vuelvo a las 6 de la tarde y trabajo lejos, así que no poré comer en casa».

En su caso, además, es víctima de la repetición del sorteo en el Valdespartera 3. «Los que nos hemos quedado fuera estábamos dentro en los dos sorteos anteriores, pero, al repetirse, hemos pagado los errores de otros», lamenta.

José Román Baquedano fue quien se dio cuenta del error en el listado. «Este tipo de cosas te hacen dudar del sistema empleado», subrayó. Su nieta, sin plaza en Agustinos, aspira ahora a entrar en La Salle Gran Vía. «No hay tercera opción, así que, si no hay suerte, lo más probable es que opten por un colegio privado», expone.