La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a siete años de prisión a Óscar Efrén Yumbla por penetrar hasta en tres ocasiones a su hija, aprovechando que se había reencontrado con ella después de varios años sin saber el uno del otro.

El encausado, defendido por la abogada Irene Romea, lo negó y llegó a preguntar al tribunal cómo era posible que un padre mantuviera relaciones sexuales con su hija, pero los magistrados no le han creído. Frente a su versión, la Audiencia de Zaragoza ha considerado más creíble la versión de la víctima, de 13 años en el momento de los hechos, que fue corroborada por las psiquiatras forenses. También resaltan que las médicos que trataron a la niña observaron que había habido un desgarro del himen reciente.

Como hechos probados, los magistrados señalan que la niña, que vivía en Logroño junto a su madre, comenzó a retomar la relación perdida con su padre en agosto del 2013. La menor comenzó a desplazarse a la vivienda de su progenitor, en Zaragoza, donde al principio no sufrió las agresiones sexuales.

Sin embargo, un día que Óscar Efrén Yumbla se quedó a solas con su hija no dudó en violarla. Un episodio que se repitió hasta en tres ocasiones, hasta que la denunciante le pidió a su madre que no quería volver a la capital aragonesa.

La defensa del condenado ya ha anunciado que recurrirá el fallo ante el Tribunal Supremo, ya que no está de acuerdo.