La digitalización, la ciberseguridad y la conectividad centrarán en Zaragoza, el 4 y 5 de octubre, los debates del XXIII Congreso de Calidad en la Automoción, un sector que representa el 8,6 % del PIB nacional y solo en fabricación facturó 64.569 millones el año pasado, un 4 % más que en 2016.

El congreso, según ha explicado el presidente del Comité de Automoción de la Asociación Española para la Calidad, Óscar Gil, analizará cuestiones realistas y del presente, con la conectividad como tema troncal en un momento a su juicio muy apropiado para un sector cambiante, que sufre una gran competencia y que exige a las empresas una flexibilización "casi insufrible" por las demandas de los clientes y los volúmenes de fabricación.

"Creemos que es importante que todo el sector tenga conocimiento de la flexibilidad que exige el mercado. Si no, desgraciadamente la automoción en España irá hacia abajo", ha advertido Gil, quien ha vaticinado que este año no se producirán los tres millones de vehículos que se esperaban.

Así, ha incidido en que los fabricantes en España tienen "competidores muy duros", como China o la República Checa, con costes mucho más bajos aunque con menos tecnología y conocimiento.

Evaluar cómo se pueden digitalizar las empresas estando conectadas en toda la cadena de suministro es otro de los asuntos que se tratará en el encuentro, así como la ciberseguridad, dados los riesgos que entraña la facilidad en las conexiones y en la integración de grupos masivos.

Gil ha explicado los contenidos de este encuentro acompañado por el presidente de la Asociación Española para la Calidad (AEC), Miguel Udaondo, y el director gerente de Aragón Plataforma Logística (APL), Francisco de la Fuente, quien ha subrayado que la conectividad afecta a todo, desde la infraestructura a la gestión, y en la cadena de suministro es preciso que se asuma el cambio tecnológico en todos los procesos.

Udaondo, por su parte, ha insistido en la importancia de este congreso, que contará con cerca de 250 asistentes y ponentes como el director general de Opel España, Antonio Cobo, el presidente de Bosch España y Portugal, Javier González, la vicepresidenta de Calidad de Vehículos Comerciales de IVECO, Macarena Cassinello, o el responsable de Smart Quality de Seat, Marc Kienzler.

"La automoción para este país es extremadamente importante", ha subrayado Udaondo, quien ha recordado que el sector, en su conjunto, facturó el año pasado más de 100.000 millones y generó 5.300 nuevos empleos y ha destacado su "prestigio", dado que España es el octavo fabricante mundial.

Gracias, ha agregado, a que en calidad "es de lo mejor", como demuestra que el año pasado se exportaron más de 2,3 millones de vehículos, y Aragón es una pieza importante de la automoción con Opel y sus auxiliares, al sumar 25.000 empleos, 1.575 nuevos creados en 2017, y facturar 2.300 millones de euros, y una previsión de crecimiento del 8 % frente al 4 % que espera el sector en el ámbito nacional.

"La automoción solo seguirá siendo lo que es por el aporte de la calidad. Si no lo hacemos bien estamos muertos, porque hay mucha gente que está deseando comerse el terreno que en este momento está ocupando Aragón y España", ha subrayado.