La consulta virtual puesta en marcha por el Departamento de Salud en los centros de Atención Primaria aragoneses ha evitado que 2.500 pacientes al mes tengan que desplazarse a los especialistas, lo que supone aproximadamente el 25 por ciento de las consultas que reciben los médicos de familia.

Así lo ha explicado el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, durante una visita al centro de salud del Arrabal, desde donde a través de la consulta virtual gestionan patologías relacionadas con urología, nefrología, reumatología, endocrinología, cirugía y neumología.

Estrenada en Calatayud en marzo del pasado año, la plataforma se ha extendido prácticamente a todos los sectores sanitarios y ha sido en el I, al que pertenece este centro de salud, donde se ha desarrollado más deprisa.

En este sentido, ha explicado que en los sectores más pequeños es más fácil desarrollar el sistema, así como que también depende de las infraestructuras, organización, ordenadores o "del impulso de los propios profesionales".

En el último trimestre del pasado año se realizaron mediante este sistema 34.327 consultas y 7.424 lograron resolverse sin necesidad de derivar al especialista, aunque el porcentaje varía en función de los diferentes sectores sanitarios y especialidades, ha explicado el consejero.

Destaca, al cierre de diciembre, la elevada tasa de resolución de especialidades como nefrología, con el 49 % de resoluciones en todo Aragón; geriatría, con el 46 %; traumatología, con el 45 %; hematología, con el 42 %; o medicina interna, con el 40 %.

Asimismo, en las unidades de crónicos complejos en las que esta herramienta está instalada (Alcañiz y Barbastro), la resolución a través de la interconsulta virtual alcanza tasas del 92 %.

La implantación de la herramienta permite que el médico de familia pueda plantear una consulta al especialista para que valore el caso y responda desde la Historia Clínica Electrónica (HCE) en el plazo de una semana con el tratamiento aconsejado, la recomendación de pruebas diagnósticas o la necesidad de derivarlo a su consulta con el grado de preferencia más adecuado.

Es, a juicio de Celaya, una ventaja para los pacientes y, aunque ha reconocido que en un principio los especialistas pueden sentir una mayor carga de trabajo, "si se organiza bien" va a contribuir a una menor presión y "a la larga tendrán más tiempo para desarrollar su trabajo".

No obstante, el consejero ha reconocido que todavía no hay un análisis sobre la repercusión en las listas de espera de especialidades debido a que los sistemas informáticos "no están bien preparados" para actualizarlas.