Tras el Ebro y los ríos del Bajó Aragón, ayer entraron en acción los ríos Jalón y Huerva, que crecieron bruscamente por efecto de las últimas lluvias y amenazaron a los vecinos de las poblaciones situadas en sus orillas. El segundo de ellos llegó a pasar por Santa Fe con 30 metros cúbicos de agua por segundo, lo que obligó a desalojar de forma preventiva a los más de 80 ancianos de la residencia Vitalia, que fueron trasladados en ambulancias a otras instalaciones del mismo grupo en otros puntos de Zaragoza y el resto de Aragón.

"El riesgo, más que una inundación, es que se produzcan filtraciones que invadan el sótano, donde tenemos la caldera de la calefacción", señaló un miembro del personal de la residencia, que se halla a medio centenar de metros del río Huerva.

El aumento del nivel del agua del Huerva, ocasionado por el desembalse de las reservas del pantano de Mezalocha, repercutió asimismo en Cadrete, donde la DGA elaboró inicialmente un plan para evacuar a los residentes de una veintena de calles.

Sin embargo, esta medida no llegó a ponerse en práctica, pues si bien aumentó el caudal del Huerva no llegaron a producirse desbordamientos. Algunos de los vecinos de las vías afectadas optaron por abandonar sus viviendas y acogerse al plan del Gobierno de Aragón, al tiempo que el ayuntamiento habilitaba una planta del edificio consistorial para acogerles.

Con todo, la mayoría de las familias residentes en las calles amenazadas por la crecida prefirió seguir en sus casas, a la espera de acontecimientos, pues el mayor riesgo era que las filtraciones afectaran sobre todo a los sótanos donde se hallan las plazas de garaje.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Calatorao anunció a media tarde de ayer la prohibición de acercarse al río por el camino lateral que transcurre paralelo al parque conocido como el paseo del Río. El fuerte viento podía provocar la caída de los chopos que circundan el Jalón y provocar daños en los viandantes. El paseo fue cubierto en su totalidad, así como los numerosos aparatos que lo bordean, donde los calatorenses practican deporte al aire libre, informa Fernando Carnicero.

La gran cantidad de troncos y ramas que arrastraba el río provocaron el taponamiento de los ojos del puente de hierro, el más antiguo de Calatorao, lo que ponía en peligro su estabilidad a la vez que elevaba el nivel del agua en las proximidades del barrio de La Azucarera.

Fue necesaria la intervención de una potente máquina para liberar los troncos que hacían de tajadera y liberar el cauce para que siguiera conduciendo la enorme riada. Como medida de prevención los pocos vecinos que habitan el barrio se fueron a dormir a casa de sus hijos.

MAIDEVERA

Tanto el camino de acceso a la barriada de La Azucarera como la carretera de la estación del ferrocarril no fueron respetados por el Jalón, que con su potente caudal los superó en algunos tramos ampliamente.

La punta de la crecida se produjo por la mañana y afectó a los campos más próximos al casco urbano y al entorno del complejo deportivo. Al parecer, la mayor crecida coincidió con la llegada del agua que se soltó en el embalse de Maidevera en el río Aranda. Algunos vecinos criticaron el "estado de abandono" del cauce del Jalón.