La Guardia Civil detuvo en la madrugada del pasado domingo a un joven rumano de 27 años por conducir 15 kilómetros en contradirección y a gran velocidad por la autovía A-2.

El conductor, al que imputan un delito de conducción temeraria y dos contra la seguridad vial, se hallaba bajo signos evidentes de consumo de alcohol y se negó a realizar las pruebas legales de detección.

Según la versión facilitada por la Benemérita, en la madrugada del 25 de febrero, sobre las 03.15 horas, agentes pertenecientes a la Agrupación de Tráfico que se encontraban realizando un control de alcoholemia en la A-2, en sentido Barcelona, en el término municipal de La Puebla de Alfindén, observaron un turismo que se aproximaba a ellos a gran velocidad pero que circulaba en sentido contrario por los carriles en sentido Madrid.

De inmediato se estableció un dispositivo de seguimiento del turismo para interceptar su marcha, dado que el conductor hizo caso omiso de las señales acústicas y luminosas de los agentes para que se detuviera.

Tras recorrer unos 15 kilómetros en sentido contrario, el conductor realizó una maniobra de cambio de sentido en la propia vía de comunicación, iniciando de nuevo la huida pero en el sentido correcto de circulación. Gracias al dispositivo establecido, la Guardia Civil logró interceptar el turismo en la A-2, a la altura de Alfajarín.

A PRISIÓN // El conductor y único ocupante del vehículo, que reside en Pedrola, presentaba claros síntomas de circular bajo los efectos del alcohol y se negó a someterse a las diversas pruebas de alcoholemia y drogas legalmente establecidas.

El temerario automovilista fue puesto a disposición judicial el mismo domingo y el magistrado de guardia decretó su ingreso en prisión por los delitos investigados por la Guardia Civil.

Se investiga si el sospechoso ha podido verse involucrado en otras acciones similares al volante de un automóvil.