Los esquiadores abarrotan las pistas tras las últimas nevadas

"Han sido dos jornadas espectaculares, con muy bien tiempo en las pistas y una visibilidad perfecta. Además, la nieve estaba recién caida --el viernes amaneció con 40 centímetros de espesor-- y eso ha permitido que hayamos tenido un buen fin de semana", apuntaron desde Aramón.

El Pirineo aragonés ya oferta cerca de 200 kilómetros esquiables, con 65 kilómetros en el valle del Aragón en las estaciones de Astún y Candanchú, 79 kilómetros en la zona de esquiable Formigal-Panticosa y 46 kilómetros en la estación de Cerler. Además, el sector Panticosa por fin pudo inaugurar ayer la temporada gracias a los espesores de entre 20 y 50 centímetros de nieve polvo.

La estación estrenó su nueva pista Estrimal, que conecta la cota 1.500 metros con la base de la telecabina. Se trata de una pista roja, de 1.300 metros de longitud y 420 metros de desnivel, que causó "muy buenas impresiones" en los esquiadores al estar conectada con el mismo pueblo de Panticosa. "La mayoría de las personas se han concentrado en esa zona, porque todo el mundo quería probar la pista", aseguraron desde Aramón. Estrimal tiene un largo descenso, pero el telesilla permite regresar a la cota en apenas siete minutos.

PREVISIÓN

Los espacios nórdicos de Somport-Candanchú; Linza, en el Valle de Ansó; el Balneario de Panticosa y Llanos del Hospital, en Cerler, también han mejorado la superficie esquiable de sus circuitos marcados en los últimos días.

Ayer al mediodía, en Javalambre y Valdelinares ya comenzaron a caer copos con insistencia, mientras que en el Pirineo oscense no dejó de nevar en todo el día. La nieve volverá a las estaciones aragonesas en los próximos días, lo que garantiza la afluencia de esquiadores. Según informaron desde la Agencia Estatal de Meteorología, la cota se sitúa entre los 600 y 900 metros.