La decisión del Departamento de Educación de no ampliar unidades en el colegio Rosales del Canal y, por consiguiente, dejar fuera del único centro del barrio a 62 alumnos, ha provocado estupor e indignación en la comunidad educativa.

Es el caso del AMPA de Rosales, compuesta por padres de niños ya escolarizados, que mostró su "apoyo firme" a la plataforma Andando al Cole --constituida en base por familias de Rosales que no tendrán plaza escolar-- y quienes solicitan a la Administración la construcción de un nuevo centro. El AMPA rechazó las medidas alternativas impuestas por la Administración --llevar a los niños a más de 4 kilómetros-- y calificó la decisión de "injusticia social".

Por su parte, la asociación de vecinos Entrelagos criticó una decisión "sin precedentes" y la calificó de "atropello" y "barbaridad". El colectivo censuró que "es una demostración más de la pésima planificación que se ha hecho en los barrios del sur, donde, mientras todos se llenaban la boca y los bolsillos anunciando un crecimiento exponencial en la ciudad, nadie reparaba en que los servicios deben de acompañar, inexorablemente, la llegada de vecinos a los barrios". Asimismo, reclamaron una "solución razonable" al conflicto.

La junta del distrito de Casablanca tendrá una cita importante el próximo día 7 para mostrar hasta qué punto hay unanimidad en el sur de la ciudad sobre lo ocurrido con los 62 niños que se han quedado sin plaza en Rosales del Canal.

PLENO La presidenta, Leticia Crespo, ha convocado un pleno extraordinario con un único punto en el orden del día: adherirse al manifiesto que desde la plataforma Andando al Cole se ha elaborado y que, según aseguró ella ayer a este diario, "propone habilitar dos o tres aulas nuevas en el centro de forma provisional, por un plazo de dos años, para dar cabida a todos los que se han quedado sin plaza".

Crespo lamentó la "cerrazón" de la DGA ante lo que considera un "importante sacrificio" por parte de los padres y responsables del colegio, ya que, según detalló, "el AMPA y hasta el propio director ha apoyado la iniciativa y están dispuestos a asumir una ratio superior a los 25 niños por aula". Si se hacen dos, serían 30, pero "es un sobreesfuerzo que los profesores están de acuerdo en afrontar y un riesgo en la posible merma de la educación que los padres aceptan con tal de que no manden a esos niños a la zona de Romareda y siempre que se construya un nuevo centro". Aunque para la concejala de CHA lo más inexplicable es que "desde el Servicio Provincial les han dicho que no pueden aceptarlo porque no pueden comprometerse a planificar un nuevo colegio para dentro de dos años". El portavoz de CHA en las Cortes, Gregorio Briz, también reclamó un colegio.