Carlos Escó está a la espera de sentarse en el banquillo de los acusados por el caso pagarés, en el que se investigan los sobrecostes millonarios de las obras de las naves de Autocity, en la Plataforma Logística de Zaragoza. Aunque falta el escrito de acusación de la Fiscalía, la DGA solicita para él 14 años de prisión, la empresa pública Plaza, 15, y UPD, que actúa de acusación popular, eleva la pena a 16 años de cárcel. Junto a él están procesados el exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril; el constructor Agapito Iglesias, y el exdirector técnico, Miguel Ángel Pérez. Los abogados mantienen que "concibieron un plan o estrategia con el fin de desviar, perjudicando a la empresa pública y por lo tanto a la Hacienda Pública autonómica" y pagando hasta 32,3 millones por una obra adjudicada en los citados 14,5. Asimismo, Escó está siendo investigado por blanquear el dinero recaudado. La Policía Nacional señaló en un informe que tiene las sospechas que sus viajes a Panamá, Colombia y Guatemala fueron para sacar del país el dinero, supuestamente, malversado. Esta causa, denominada caso paraísos está bajo secreto de sumario.