La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) avanzó ayer su disconformidad con el borrador del equipo de gobierno del ayuntamiento, en el que este contempla la supresión de siete líneas del autobús urbano y la modificación de otras quince para cuando esté operativo el trazado completo del tranvía. Dentro del plazo abierto por el consistorio para la presentación de alegaciones, la federación decidió trasladar un documento al ayuntamiento, en el que, aunque está de acuerdo con la eliminación de dos de las líneas, pone peros al resto de planes del equipo que dirige el alcalde Juan Alberto Belloch.

En concreto y según explicó a este diario el presidente de la FABZ, Félix Moreno, los barrios comparten con el ayuntamiento la supresión de la línea 20 (plaza Paraíso-Actur) y la de la 45 (Santa Isabel-plaza Paraíso), aunque "siempre y cuando se refuerce la 32 (Santa Isabel-Bombarda)". Además de "otros ajustes menores", Moreno informó de que la federación pide que la línea 36 (Picarral-Valdefierro) "se mantenga en su recorrido actual", que la 31 (La Paz-Delicias) "se mantenga también, pero solo hasta la plaza Portillo", que la 40 (San José-Vía Hispanidad) "no vaya a plaza Europa y sí a plaza Aragón" y que la 44 (Príncipe Felipe-Actur) "comunique con la estación de Miraflores".

A propuesta de CHA, además, la Junta de Distrito de Casablanca decidió pedir la participación vecinal en la reordenación del autobús urbano.

MUNICIPALIZACIÓN Por otra parte, y a falta de tres meses para que expire la concesión de la que disfruta TUZSA desde 1982, el Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT) de esta empresa volvió a proponer ayer la municipalización del transporte público de la ciudad. En boca de su portavoz, Javier Anadón, este sindicato pidió que "se fuerce un debate político urgente", pues, según su versión, municipalizando el servicio el consistorio se ahorraría un 25% de lo que ahora paga a TUZSA.

De acuerdo al CUT, si el ayuntamiento recuperase la gestión de este servicio público, sería posible "prestarlo con parámetros de calidad y no de cantidad", así como "un ahorro del 25%", fruto de "la desgravación del IVA, la anulación del beneficio industrial de la empresa privada --un 15% anual--, y la sobrefacturación y doble contabilidad que existe en este momento".