La menor de Frula asediada por un exnovio que el pasado domingo efectuó siete disparos contra el coche y la casa de sus padres llevaba un tiempo «con mucho miedo». Así lo reconoció ayer un familiar de la joven, poco antes de que el pueblo entero y muchas personas llegadas del resto de Los Monegros se concentraran en la plaza del pueblo para protestar contra este nuevo episodio de violencia machista.

«Se ha pasado todas las Navidades encerrada en casa, sentada en el sofá, sin hacer nada», manifestó la misma persona. «Sus padres llegaron a pensar que estaba enferma porque no sabían el origen de su comportamiento», añadió. La menor lo está pasando muy mal, continuó explicando, «pero poco a poco va volviendo a entrar en razón... ¡Al fin y al cabo solo tiene 15 años!».

Frula, de 360 habitantes, está conmocionado y ahora muchos vecinos temen lo que pueda suceder cuando el supuesto autor de los disparos, Vicente V., de 25 años, salga de la cárcel. «Es algo que nos va por la cabeza a todos, porque una cosa es ver este tipo de sucesos en el cine y otra que ocurran donde vives tú», señaló ayer Joaquín Monesma, alcalde de Almuniente-Frula, un pueblo de colonización que este año cumplirá los 60 años desde su creación, en la estela de los nuevos regadíos generados por el canal de Monegros.

El hecho ocurrió sobre las 11.30 horas del pasado domingo, en varias fases. En la primera de ellas, el supuesto autor de los disparos y un amigo extranjero merodearon alrededor de la casa de la menor hasta que llamaron la atención del hermano de esta, de 22 años, que salió a la calle y les increpó.

UN RIFLE ROBADO

«Ellos reaccionaron montando en el coche en que habían venido, un Renault Laguna Coupé, e intentaron arrollarlo», relató el familiar de la joven. «Luego desaparecieron, se fueron a Senés, el pueblo de lado, y robaron un rifle en la misma granja donde trabajan».

Regresaron poco después y fue entonces cuando Vicente V. disparó siete veces. Cinco tiros dieron en el coche de la familia de su exnovia e hicieron añicos el cristal de la ventanilla del lado del conductor. Otra bala se incrustó en una caseta de la luz, y otra más se estrelló en la fachada de la casa, una construcción con dos unifamiliares paredaños.

El principal sospechoso, que ingresó el lunes en la cárcel de Zuera acusado de homicidio en grado de tentativa, amenazas , tenencia ilícita de armas y violencia machista, entre otros delitos, llevaba un año asediando a la menor. Se da la circunstancia de que Vicente V. tiene antecedentes por violencia machista, en relación con un caso que se remonta al 2012.

ROZAR LA TRAGEDIA

«Ella recibía whatsapps continuamente, conminándola a volver con él, pues dejaron la relación varias veces», indicó el mismo familiar, que aseguró que los padres de la menor no veían con buenos ojos que salieran juntos.

Todos los vecinos de Frula están asustados por lo ocurrido. «Esto pudo acabar en tragedia, pues el coche contra el que dispararon tiene algunos cristales tintados y es imposible saber si hay alguien dentro», manifestó Monesma. Y un vecino de la calle donde sucedieron los hechos estaba asombrado de que Vicente V. hubiera disparado «en un sitio donde normalmente hay tantos niños jugando en la calzada».

Su asombro era compartido por los dos centenares de personas que ayer se manifestaron ante el ayuntamiento, a las 18.30, en repulsa por la agresión. Frula, que en el 2011 se quedó con un pellizco del Gordo de Navidad, vendido en la cercana Grañén, no entiende por qué este año ha tenido tan mala suerte.