El secretario general del PSOE y presidente aragonés, Javier Lambán, rebajó ayer el tono de sus críticas, o al menos el foco de las mismas. Siguió siendo muy duro con la gestión del Zaragoza en Común (ZeC) en el consistorio. Pero dejó de lado al alcalde, Pedro Santisteve. El líder de los socialistas manifestó que el equipo de gobierno municipal ha demostrado durante este año que tiene "escasa o ninguna" capacidad de gestión; que sus medidas han sido "extravagantes y desconcertantes" y que, por tanto, "su proyecto ha fracasado".

La escalada de tensión, iniciada por Lambán el sábado, cuando dijo que el regidor zaragozano "carece de capacidad intelectual para gobernar", siguió ayer, aunque diluida en críticas políticas la gestión de los llamados ayuntamientos del cambio, del que Zaragoza forma parte. Para el líder de los socialistas ZeC ha sido incapaz de convertirse en una alternativa de Gobierno municipal frente al PSOE. A su juicio, han demostrado desconocer "absolutamente" la Administración, que es "compleja", además de que "no piensan en toda la ciudadanía cuando toman medidas, sino exclusivamente en la tribu con la que conviven".

Lambán marca distancias con ZeC, pese a que los socialistas apoyaron al alcalde Pedro Santisteve, y aprobaron los presupuestos. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el socialista cree que el PSOE y el equipo municipal son como "el agua y el aceite". Se mostró "muy escéptico" sobre la posibilidad de un acuerdo de gobernabilidad en el ayuntamiento, aunque avanzó que su partido actuará con responsabilidad para que la ciudad sea gobernable. Justificó los apoyos a Zaragoza en Común como un mal ante la alternativa a un alcalde del PP. Y anticipó que, en su opinión, "para Zaragoza van a ser cuatro años perdidos".

Más contenido estuvo el líder de Podemos, Pablo Echenique. Contestó el domingo en Twitter, y ayer a través de una nota de sonido distribuida por el partido. Para el jefe de filas de la formación morada, las palabras del Lambán "no son propias de un presidente del Gobierno. A lo mejor es una estrategia de campaña marcada desde Ferraz para que ataque a Podemos. Creo que es una mala estrategia. La gente es mayor de edad, y no va a responder a una campaña de ataques. Pero la figura de un presidente debería preservarse de este juego sucio. Hablar así del alcalde de Zaragoza no es propio, y es un estilo en el que nosotros no vamos a entrar", dijo mostrando su posición más moderada.