Cuatro buceadores de la Guardia Civil se han incorporado hoy al equipo que rastrea desde hace doce días el fondo del embalse de Canelles (Huesca) en busca de un cazador que cayó al agua al volcar la barca en la que se desplazaba junto a un grupo de compañeros de batida.

Los especialistas realizan inmersiones de 20 a 30 minutos de duración a una profundidad máxima de cincuenta metros, y se sirven de un robot teledirigido provisto de una cámara para rastrear las zonas más hondas, a más de setenta metros bajo la superficie.

Así lo ha asegurado el cabo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) con base en Huesca Óscar Lemos, para quien una de las mayores dificultades es la visibilidad a baja profundidad, con linternas que ofrecen a los especialistas un campo de visión de unos dos metros.

Lemos ha explicado que su grupo dispone de técnicas de trabajo para no remover los fondos de lodo del embalse y provocar una turbidez en el agua que impida la labor de los especialistas que rastrean el fondo del embalse en busca del cazador, un vecino de 64 años que solía cazar en la zona.

Para garantizar la seguridad de los especialistas, algunos de los cuales han vuelto a incorporarse al operativo después de ser enviados a Zaragoza a causa de la crecida del Ebro, los GEAS se han dotado de una cámara hiperbárica por la que deben pasar los buceadores para realizar la descompresión.

Según Lemos, los especialistas trabajan en una zona delimitada a partir de la localización en el fondo del embalse de algunos de los objetos personales que portaban las cuatro personas que cayeron al agua en el momento de volcar la barca.

Los objetos de mayor peso, entre ellos un mechero, son los que han aportado mayores pistas a los especialistas a la hora de delimitar la zona de búsqueda ya que previsiblemente son los que siguieron una trayectoria más recta en el momento de sumergirse.

Las labores de búsqueda se iniciaron hace doce días con un equipo de siete buceadores, que fue incrementando de forma progresiva a lo largo de las siguientes jornadas.

Los objetos que portaban la barca, de la que sirvieron los supervivientes una vez volcada para mantenerse a flote, fueron hallados durante las tres primeras jornadas y han orientado las labores desarrolladas hasta el momento.

En las primeras jornadas, las inmersiones se prolongaban por un espacio máximo de una hora, tiempo que se ha reducido a la mitad a la medida que los trabajos de búsqueda se ha visto complicados por la profundidad del embalse y la baja temperatura de las aguas.

La denuncia de la desaparición del cazador en las aguas del embalse de Canelles fue dada el pasado 21 de febrero.

Los equipos de salvamento pudieron sacar del agua a tres de las personas pero no localizaron al cuarto de los cazadores que se desplazaban en la barca, un hombre de 64 años domiciliado en Barcelona.