El mayor número de peticiones para prolongar la vida laboral y, por consiguiente, aplazar la jubilación, procede de los médicos de familia. Según datos del Departamento de Sanidad, este colectivo aglutina cinco de las 19 solicitudes que han sido autorizadas hasta ahora por el Salud, lo que supone casi el 25% del total.

Los profesionales de Atención Primaria llevaban tiempo pidiendo al Salud poder acogerse a esta opción, que, en principio, tan solo se ofertó en seis disciplinas -Anestesiología y Reanimación, Anatomía Patológica, Cardiología, Traumatología, Ginecología y Radiodiagnóstico-.

Desde que se abrió esta vía, tras el acuerdo alcanzado en abril del pasado año, diez profesionales han prolongado su vida laboral después de que el Salud haya estimado su petición. Posteriormente, a finales de junio de este año, la Administración amplió esta posibilidad a siete especialidades más -Dermatología, Otorrinolaringología, Pediatría, Urología, Cirugía General, Reumatología y Medicina de Familia-. En estos cuatro meses, otros nueve profesionales han pedido suspender temporalmente su jubilación.

En principio, Sanidad aseguró que todas las peticiones iban a ser estimadas, lo que supone que solo se hayan presentado solicitudes en alrededor de la mitad de las especialidades en las que se ofertaba esta opción. Así, el Salud ha concedido la prórroga del servicio activo a otros tres profesionales de Cirugía General y Digestivo, tres más de Anestesiología y Reanimación y la misma cantidad de cardiólogos.

La nómina de profesionales que seguirán trabajando una vez cumplidos los 65 la completan dos traumatólogos, dos profesionales de radiodiagnóstico y un pediatra de Atención Primaria. Así, todavía no se ha registrado petición alguna de dermatólogos, otorrinos, urólogos, reumatólogos, ginecólogos y profesionales de Anatomía Patológica.

Sanidad, que no permite pedir la prolongación a profesionales que ya se hubieran jubilado este año antes de la entrada en vigor de la orden, adoptó esta medida de forma provisional porque pretende que los facultativos de todas las especialidades puedan retrasar voluntariamente su retiro. De momento, se ha aplicado únicamente sobre las especialidades más problemáticas por falta de efectivos.

Además, se ha establecido un máximo del 60% de prolongaciones sobre el total de los profesionales que vayan a cumplir la edad legal de jubilación cada año.