Ana (nombre ficticio) soñaba con conseguir una plaza fija en su especialidad y a punto estuvo de conseguirlo en las oposiciones para docentes celebradas el año pasado. Lo tenía difícil, pues únicamente se ofertaban diez plazas, pero la última de ellas parecía suya. Sin embargo, una aspirante procedente de otra comunidad le superó y obligó a seguir esperando como interina. La diferencia fue de 0,016 puntos.

La situación no es extraña y, de hecho, se da en cada convocatoria de empleo público. Pero, en este caso, Ana se vio perjudicada por la decisión, adoptada por el Gobierno autonómico anterior, de dejar de pagar el verano al colectivo y, por consiguiente, que este periodo dejara de valorarse a efectos administrativos a la hora de calcular la puntuación obtenida por un opositor que aspira a una plaza pública. "A esta chica, que había trabajado en Extremadura, sí se le pagaron los veranos y, así, disponía de los puntos por haber trabajado. A mí no y, contabilizando el verano, la plaza habría sido mía, pero está claro que en Aragón no estamos en igualdad de condiciones respecto al resto. Y eso es anticonstitucional", lamentaba.

En principio, Ana decidió no recurrir, pero una sentencia en Madrid que da la razón a una interina para que se le conceda el cobro del verano, le ha animado a hacerlo. Lo hará por vía administrativa a través de un recurso de anulación de pleno derecho. Pero no descarta acudir a los tribunales si la DGA no responde a su requerimiento.

En su caso, la especialidad en la que aspiraba a lograr una plaza ha salido a oferta únicamente dos veces en 25 años y, en este periodo, se han ofrecido un total de 15 vacantes. Conseguir una de ellas le habría supuesto "tranquilidad para el resto de mi vida", dice. "Soy de Zaragoza y tendría mi plaza --salió en Huesca-- a apenas 45 minutos de casa. Además, mi padre, que estaba muy emocionado con esa posibilidad, falleció poco después con la pena de que no lo había logrado, así que emocionalmente me quedé tocada. Es una injusticia".

Ahora, Ana reclama a la Administración la aplicación de un índice corrector que iguale esa desventaja de las opositoras aragonesas respecto a las procedentes de otras comunidades. "Tienen ventaja y solo pido que se tengan en cuenta estos meses de verano para todo el mundo o algo que iguale a todos", expone.

Recientemente, el Departamento de Educación ha convocado las oposiciones para maestros en las mismas condiciones que las anteriores y sin índice corrector.