Tras unas semanas de tranquilidad, la saturación volvió al servicio de Urgencias del hospital Miguel Servet de Zaragoza durante el pasado fin de semana. Fuentes del Salud confirmaron que, el sábado, se atendieron hasta 486 casos, aunque fue el domingo cuando se vivió la jornada más problemática, con 534 atenciones, cuando la media habitual es de alrededor de 320.

Aunque la Administración asegura que el servicio recobró ayer la normalidad, personal del servicio advirtieron de la presencia en pasillos de más de una decena de pacientes.

En todo caso, el Salud, que achacó el incremento de la presión asistencial al "cambio de tiempo" y su repercusión en el empeoramiento de procesos respiratorios, decidió la apetura de la mitad de la planta segunda que permanecía cerrada. Además, la tercera sala de observación continúa abierta.

"Se han tomado las medidas necesarias ante este aumento de la presión asistencial que, por otra parte, no ha tenido nada que ver con los episodios que se vivieron en Navidad", indicaron fuentes del Salud, que aseguraron que todos los pacientes quedaron ingresados ayer.