La contraoferta que el Ayuntamiento de Zaragoza trasladó finalmente ayer al Gobierno de Aragón es aún más exigente que la que se barajaba al inicio de la semana. Una propuesta, para intentar llegar a acuerdos, que pasa por exigir al Ejecutivo autonómico un fondo de capitalidad de 25 millones de euros en el 2016, al margen de la financiación de las competencias impropias que se deleguen en el consistorio, y con una progresión ascendente en los siguientes seis ejercicios para llegar a 50 en el 2021. Y sin supeditarlos a los incrementos que se den en las aportaciones del Estado a Aragón.

Pero no es la única exigencia. En el acuerdo se quiere introducir el cobro de la deuda de la DGA con el consistorio y reclama que se ponga por escrito el compromiso de hacer frente a su deuda de más de 40 millones de euros en dos ejercicios, siendo este año el primer pago.

Por otra parte, también reclama el consistorio mayor financiación por parte de la diputación provincial (DPZ). En su caso, exige que se reciba en la ciudad una cuantía próxima a los diez millones anuales, extraídos de los capítulos 4 y 7 de su presupuesto (de Presidencia).