Casi todo el mundo le conoce por su trayectoria profesional. La de estilista y empresario del mundo de la peluquería. Entre galas, presentaciones de la colección de la temporada que toque, y trabajos para no cortarse un pelo y crear escuela. Pero Luis Romero tiene toda una vocación musical detrás. La misma que le ha llevado a actuar en numerosas ocasiones, dando rienda suelta a su pasión, en diferentes salas. Este jueves daba un paso más allá. Y lo hacía en la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, en plena plaza de Los Sitios de Zaragoza, en una velada musical que se llenó de amigos. Entre otros, allí estaban Domingo Buesa, presidente de la entidad anfitriona, o Eliberto Sánchez, que acompañó a Luis Romero al piano durante la puesta de largo (como también lo hizo en la grabación del disco). En él, el estilista, que inició sus primeros pasos musicales con la mezzosoprano Matilde Vizcarri, realiza todo un Canto a la vida. Un álbum que, además, suma a sus notas un matiz solidario. Y es que todos los beneficios de la venta del disco irán a parar a los programas que realiza la Fundación Cedes, comprometida con la discapacidad intelectual. Una idea que suena bien, para empezar.