El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha imputado a la responsable de una protectora de animales, Catuscan, un supuesto delito de maltrato animal al mantener a los perros que tenían en las instalaciones de Garrapinillos en unas condiciones deplorables.

Como ya avanzó EL PERIÓDICO el pasado jueves, el Seprona recibió, la pasada semana, una llamada ciudadana en la que se comunicaba que en una protectora animal ubicada en el barrio zaragozano los animales se encontraban en unas condiciones desesperantes y perjudiciales, llamada que también se recibió por parte de una técnico del Ayuntamiento de Zaragoza.

En una inspección llevada a cabo el pasado día 5 fueron localizados 39 perros de diferentes razas y sexos, todos ellos con microchip excepto dos, que se encontraban sueltos en cercados vallados y alguno de ellos en habitáculos, pero las condiciones higiénico sanitarias no eran las adecuadas para su bienestar.

En una segunda parcela se hallaron 21 perros sueltos en unas condiciones deplorables. Uno de los canes, moribundo, estaba siendo atacado por el resto de perros.

Además, el Seprona observó "numerosas infracciones administrativas", como la falta de vacunación antirrábica y que ninguna de las instalaciones disponía de núcleo zoológico autorizado por la DGA.

El 8 de septiembre, el Seprona volvió a tener conocimiento de la muerte de un segundo perro en las instalaciones --que no están ubicadas en el número 13 de la calle Perdigones como, por error, mostró una imagen publicada por este diario-- por lo que agentes de la Guardia Civil volvieron a realizar una segunda inspección. En esa ocasión se halló un saco de grandes dimensiones con el cadáver de un mastín en avanzado estado de descomposición en su interior. Los veterinarios traspasaron los animales a Centros de Protección Animal de Zaragoza.