Quince miembros de una red dedicada al tráfico de drogas aceptaron ayer en la Audiencia de Huesca ser condenados a penas que oscilan entre un año y seis meses y cuatro años de prisión como responsables de un entramado dedicado a la distribución de cocaína en la capital oscense.

Las condenas fueron pactadas previamente entre el representante fiscal y los letrados de la defensa, con sustanciales rebajas de condena para los acusados, que se enfrentaban inicialmente a penas de cinco y seis años de prisión por presuntos delitos contra la salud pública y organización criminal.

Otro de los acusados, al que se le imputaban también delitos de lesiones, resistencia y atentado a la autoridad, vio rebajada su petición de condena de diez a tres años de prisión.

Según explicó el letrado de varios de los acusados, Javier Notivoli, el acuerdo permitió a la administración de justicia evitar un juicio cuya duración prevista se estimaba en dos semanas.

Los procesados son nueve hombres y siete mujeres de 19 a 50 años de edad, diez de los cuales proceden de la República Dominicana y el resto de Brasil, Argelia, Marruecos, Castellón, Lérida y Huesca.

Los hechos aceptados por los acusados señalaron que la droga era transportada a Huesca por miembros de la red oculta en el interior de vehículos en los que habían habilitado el hueco del airbag, que se abría mediante un dispositivo escondido bajo la palanca del cambio de marchas.

En total, los agentes policiales incautaron alrededor de 300 gramos de cocaína, 250 de ellos en un único registro llevado a cabo en marzo de 2015 en un piso de Huesca, así como un kilo de cafeína para cortar la droga, 102 gramos de cannabis y 22.000 euros en metálico.

Las últimas detenciones se llevaron a cabo el 3 de agosto en un control policial en Almudévar, para interceptar un transporte de droga. El acusado que conducía el vehículo esquivó a los agentes y continuó su camino hasta el pequeño núcleo de Yéqueda, donde realizó una maniobra evasiva para tratar de huir antes de ser detenido.