El obispo emérito de la diócesis de Lérida Ramón Malla será enterrado hoy tras su fallecimiento el pasado viernes. Malla inició el litigio por los bienes con las parroquias aragonesas cuando estuvo al frente de la diócesis ilerdense, durante más de 31 años. El prelado falleció a los 91 años y ayer mismo se instaló una capilla ardiente en el Obispado de Lérida, donde se recogieron numerosas condolencias.

Durante el mandato de Ramón Malla se produjo la disgregación de las 111 parroquias aragonesas que pasaron a formar parte de la nueva diócesis de Barbastro-Monzón y arrancó el conflicto por los bienes que continúa abierto en la actualidad. De este modo, en 1997, el obispado catalán, la Generalitat, el ayuntamiento ilerdense, la Diputación Provincial y el Consell Comarcal del Segrià impulsaron la creación de Museo Diocesano donde actualmente se encuentran depositadas las piezas de arte en litigio.

Un año y medio antes, poco después de la separación de las 111 parroquias, la diócesis de Barbastro-Monzón había comenzado a reclamar estas obras. Ramón Malla, de hecho, presentó un recurso contra un decreto del nuncio del Estado vaticano en España, Lajos Kada, que le ordenaba su devolución a Aragón.

Hoy mismo se celebrará el funeral a las 11.00 horas en la catedral de Lérida. Y, a pesar de las diferencias, desde el obispado de Barbastro-Monzón acudirá una representación.