La actividad realizada durante cuatro años por la asociación Torre de Rodén pronto se verá reforzada para continuar con la conservación del pueblo viejo. A partir de una resolución publicada el pasado martes, el Boletín Oficial de Aragón dio a conocer que se ha iniciado el procedimiento para declarar el pueblo viejo de Rodén como Bien de Interés Cultural en la categoría de sitio histórico.

El término --que actualmente ha pasado a depender de Fuentes de Ebro-- quedó abandonado tras sufrir los desastres de la guerra civil. Sus 200 habitantes lo abandonaron huyendo del combate y cuando regresaron al final de la contienda el resultado había sido tan devastador que se decidió construir un nuevo pueblo.

De este modo, Rodén pasó a ser uno de los cinco pueblos abandonados de España que no se reconstruyeron tras la guerra civil. Los materiales de sus edificios y monumentos, así como los tejados, puertas, ventanas y vigas fueron desvalijados para fortificar las trincheras del cercano Belchite.

Desde septiembre

Estas curiosas características son las que llevaron a la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) a solicitar una instancia oficial en septiembre para declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) el pueblo viejo de Rodén debido a ser «uno de los principales vestigios que han llegado al presente en un estado de ruina» y a que constituye «uno de los más importantes lugares de la memoria relacionados con la contienda».

«Estamos satisfechos con esta declaración porque consideramos que era necesario. Es una silueta monumental que no se había protegido y creemos que supondrá un apoyo para la asociación porque la gente está muy concienciada con el valor cultural que tenemos», argumenta Carlos Bitrián, presidente de la asociación.

Desde la asociación Torre de Rodén resaltan la implicación de Apudepa en la causa y se alegran de que su querido pueblo viejo al fin vaya a ser tenido en cuenta para su tratamiento, conservación y consolidación como sitio histórico. «En este término emblemático tenemos edificios y lugares destacables como la Iglesia -cuya torre ya fue restaurada en 2014 gracias a la Diputación de Zaragoza (DPZ)-, un palacio, el desconocido castillo del moro -que se derrumbó hace cerca de seis semanas-, el cabezo de la Horca y un convento del que ya no queda nada», explica el presidente de la asociación Torré de Rodén.

La concejala de cultura del Ayuntamiento de Fuentes, Cristina Palacín, declara que ya habían mantenido contactos previamente con Nacho Escuín, director general de la consejería de Cultura, para proteger el conjunto. «La próxima ayuda de la DPZ está concedida para este 2016 pero se ejecutará en el 2017. Se dedicará a desescombrar la Iglesia y a consolidar partes estructurales recogidas en el plan estratégico de turismo del ayuntamiento», comenta Palacín.

El último descubrimiento que se realizó gracias a Torre de Rodén fue un taller de excavación de alabastro de época islámica. Un hallazgo que sorprendió a los arqueólogos por su gran envergadura y su antigüedad. La asociación apuesta por aunar los esfuerzos para consolidar los restos y esperan que la colaboración invertida en la excavación por sus más de 60 socios pueda ser incluida en los presupuestos de las ayudas concedidas.