El salto que ha dado Aragón en el último informe PISA ha sido protagonizado tanto por la escuela pública como por la concertada. Ambas han presentado resultados «similares», según indicó ayer la consejera de Educación de la DGA, Mayte Pérez, que volvió a destacar la «actitud de responsabilidad» de la concertada aragonesa respecto al alumnado.

La consejera insistió en que la evolución de Aragón es «resultado de una ley, la LOE, que apostaba por adquirir competencias básicas incorporadas en el dominio de lo que se estudia y no en los contenidos. Es una ley que, conceptualmente y metodológicamente, es absolutamente distinta a la que tenemos en este momento vigente». En este sentido, Pérez recordó que «hay que esperar para conocer los resultados de las políticas educativas y poder conocer cómo responde el alumnado», un aspecto en el que coincide la comunidad educativa.

Porque padres, profesores, alumnos y sindicatos también recelan del efecto que tendrá la actual ley en futuros resultados. «La desigualdad puede ser una realidad cuando haya consecuencias de la LOMCE y hay que trabajar la diversidad para que las diferencia sean cada vez menores», apuntó Flor Miguel, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (Fapar).

criterios / Por su parte, Miguel Ángel García, presidente de la Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón (Fecapa), se refirió al periodo analizado porque es «un momento muy singular en España, por el tema de la asignación de recursos en educación y la implantación en el último año de la LOMCE», dijo.

Los estudiantes consideraron que el informe PISA «debe innovar» porque los instrumentos que utiliza «no están al día» de la sociedad, según dijo Rubén Sanz, coordinador de los colectivos de Enseñanzas Medias y FP en Aragón. Por otro lado, el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, consideró que el informe PISA tiene «verosimilitud» en el conjunto global y pidió para mejorar los resultados que se ponga la educación en un «gran acuerdo nacional» en lugar de en el debate político.

El rector protestó por la cantidad de leyes educativas aprobadas en las últimas décadas y, en este sentido, aseguró que en la universidad se nota que cada año los alumnos llegan con una formación diferente, lo que «no es bueno». A su juicio, lo que ha ocurrido recientemente con la LOMCE denota que «cuando se quiere, se puede hablar» y, por tanto, tiene la «esperanza» de que se consensúe una ley de educación que sufra reformas pero no «vaivenes cada tres años».

Respecto al último informe PISA, Mayoral opinó que sí que refleja el conjunto global, ya que «siempre salen bien los que todos sabemos que lo están haciendo bien» y cree que el informe acierta con los países que lideran los resultados, los que están en la media y los del «final del pelotón» pero no tanto las posiciones concretas, señaló.