Un mismo problema y tres grupos de trabajo totalmente diferentes para abordarlo. Esto es lo que va a pasar esta semana con el rastro de Zaragoza, cuyo futuro será analizado y debatido en tres foros que nada tienen que ver unos con otros.

El primero tendrá lugar hoy en el Consejo de Ciudad y que ha sido convocado por el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) después de que la Federación de Barrios de Zaragoza (FABZ) se lo solicitará formalmente.

Todavía se desconoce si finalmente el equipo de Gobierno incluirá a los agentes implicados en el tema, como son la junta de vendedores ambulantes o la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS). Tanto PSOE como CHA así se lo solicitaron la semana pasada, después de convocar el primer grupo de trabajo que se retomará este miércoles en el Centro de Historias, donde sí que les dejaran reunirse.

El pasado miércoles ya celebraron una primera sesión a la que asistieron representantes de la junta de vendedores ambulantes, ECOS, Unión Vecinal Cesaraugusta y de la Asociación de Vecinos Arrabal.

Por si fuera poco, mañana hay programada otra reunión para debatir sobre el futuro emplazamiento del rastro. Esta será en la Cámara de Comercio y a ella asistirán representantes políticos y del pequeño comercio.

Entre las cuestiones a analizar destaca la incógnita sobre la necesidad de que Zaragoza también tenga rastro los miércoles, teniendo en cuenta que los hábitos de compra han cambiado radicalmente. Esta pregunta va acompañada de otra sobre si el nuevo emplazamiento, más céntrico, es la única solución para cambiar las cifras de venta de los puestos.

Según los vendedores, los miércoles venden hasta un «50%» menos que los domingos, motivo por el que solicitaron al Gobierno de la ciudad cambiar de ubicación. Aunque ZeC lo ha llevado con mucho secretismo, los dos escenarios que baraja el equipo que dirige Pedro Santisteve son reubicar los puestos en la explanada de la Estación del Norte en el Arrabal y en La Romareda, rodeando el estadio.

La noticia no ha sido bien acogida por los vecinos de ambos distritos, que han llegado a presentar firmas en contras de esta decisión. El silencio y la falta de concreción por parte del Gobierno de ZeC a este respecto ha ido avivando la polémica poco a poco y generando un rechazo generalizado hacia los vendedores del rastro. Ahora, con la crispación a flor de piel, ha decidido convocar el Consejo de Ciudad que hoy tendrá su primera reunión.