El turismo se ha disparado en las 10 localidades aragonesas que forman parte de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España, que se creó en el 2011, aunque muchos de ellos se integraron en la entidad en el 2013 o el 2014. En algunos casos, como el de Calaceite, el número de visitantes se ha multiplicado por cuatro o por cinco, mientras que en Anento las cifras son más de diez veces mayores.

"Según las estadísticas de la oficina de turismo, en el 2014 pasaron por Anento 600 personas, mientras que el 31 de agosto pasado ya llevábamos 7.000 visitantes", explica Enrique Cartiel, alcalde de la pequeña población zaragozana, que en los años 80 llegó a estar totalmente en ruinas. La abismal diferencia entre un año y otro se debe, añade, a que el pueblo (el único de Zaragoza que goza de la mencionada distinción) ingresó en la asociación de pueblos más bonitos de España a finales de enero del 2015.

NUEVAS RUTAS En Aínsa, la villa medieval oscense, siempre ha habido muchos turistas que acuden atraídos por su pintoresca plaza. Pero desde que pasó a formar parte de la entidad, que agrupa de momento a 35 localidades de todo el país, "se ha notado un aumento considerable de consultas en la oficina de turismo", apunta Enrique Pueyo, regidor de la población.

Curiosamente, explica, los visitantes que acuden últimamente a Aínsa siguen una ruta, inexistente de manera oficial, que enlaza todos los pueblos bonitos de Huesca, que incluye, además de la capital del Sobrarbe, Ansó y Alquézar.

"La promoción en España de la asociación funciona muy bien, pero la asignatura pendiente es hacerse publicidad a nivel internacional", subraya Pueyo, que asegura que ya se dan pasos en esa dirección.

"Antes ya de pertenecer a la red ya éramos muy visitados, pero la asociación nos ha dado mayor proyección", afirma José Manuel Anguera, concejal de Cultura de Calaceite, una villa monumental de Teruel, que es la provincia con mayor número de pueblos bonitos, seis en total. Valderrobres, Albarracín, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Cantavieja, junto con la propia Calaceite, configuran un listado de belleza urbanística que pocas provincias españolas igualan.

Pertenecer a la Asociación de Pueblos más Bonitos de España no es fácil. Para empezar, la localidad no puede superar los 15.000 habitantes, y además ha de poseer un patrimonio arquitectónico o natural certificado de manera oficial. "Luego tienes que respetar una serie de normas muy estrictas sobre mantenimiento de fachadas, zonas verdes, circulación de vehículos, limpieza y cartelería", explica Anguera.

Todos esos cuidados tienen un precio. Y por eso los pueblos más bonitos de Aragón están empezando a tener contactos para recabar la ayuda económica del Gobierno de Aragón. Mantener los pueblos bonitos en perfecto estado tiene su recompensa pero también su coste. "Es algo todavía embrionario, pero trabajamos en esa dirección", indica Enrique Cartiel.