Otro verano más un grupo de revoltosos niños de entre 7 y 12 años visitaron ayer la sede del Gobierno después instalarse hacía un par de semanas en distintas casas repartidas por todo el territorio aragonés. El proyecto que lo ha hecho posible,Vacaciones en paz, pionero en Europa, ha sido impulsado por la agrupación Arapaz, defensora del derecho de autodeterminación del Sahara.

Los 147 niños saharauis que nos visitan proceden en su mayoría de Tindouf (Argelia),una pequeña y calurosa localidad muy marrón de viviendas horizontales donde la nada impera entre los campamentos de los refugiados amparados por el gobierno del Frente Polisario.

Vacaciones en paz proporcionará a los pequeños una buena alimentación y sanidad de calidad durante los próximos meses de Julio y Agosto. La iniciativa involucra a cinco asociaciones aragonesas que se definen como "amigos del pueblo saharaui": Arapaz,Lepista,Unraiga, Asaps, Alouda y Um Draiga.

Precisamente, la coordinadora de esta última asociación, Laura Barceló, ha apadrinado por cuarto año consecutivo a una niñita de 11 años llamada Nebguha de la que asegura "resulta imposible no encariñarse desde el primer día". Lamentablemente, como ya es mayor, se trata del último año que les visitará en verano: "No quiero ni pensar en eso", reconoce.

Lo cierto es que entre padres de acogida y niños queda bien visible cierta implicación emocional inevitable que traspasa la barrera de la mera tutela y, como en el caso de Laura, puede resultar duro despegarse de ello. De todos modos, los padres de acogida coinciden en que la experiencia es enriquecedora para ambas partes, es más, un 90% de ellos repiten.

El acto fue presidido por Ricardo Olivan, consejero de Sanidad, que agradeció la colaboración de las familias y dio la bienvenida a los niños asegurando que su "experiencia va a ser ilusionante y gratificante". Mientras, los pequeños se movían como peonzas por el calculado e institucionalmente verdoso jardín del edificio del Gobierno de Aragón.