Varias asociaciones vecinales de Zaragoza y Ecologistas en Acción han presentado un recurso administrativo contra la Gerencia de Urbanismo del ayuntamiento. En concreto, rechazan la decisión de dar luz verde a la construcción de un garaje privado con capacidad para 28 coches en el número 46 de la calle San Miguel. Denuncian que para acceder, los coches tendrán que circular por un tramo de la calle peatonal y restringida para los vehículos, modificando así la esencia de esta zona de la ciudad por la que cada día pasean cientos de personas.

Según el documento técnico de la obra, que se incluye en el recurso, se accederá al subterráneo a través de la calle Hermanos Ibarra, recorriendo 12,5 metros hasta la puerta de acceso. El servicio de Movilidad ya advirtió el 4 de diciembre que esta calle, «y en particular el tramo peatonal sobre el que se plantea la consulta, soporta un intenso uso ciudadano, siendo una de las de mayor tránsito peatonal».

De hecho, esta vía fue una de las primeras que se peatonalizaron. Sin embargo, el día 20 de ese mismo mes se dio luz verde a la obra.

Las asociaciones vecinales firmantes de Parque Bruil-San Agustín, Lanuza Casco Viejo, Madalena Calle y Libertad, así como Ecologistas en Acción, acompañan a sus argumentos jurídicos el compromiso del Gobierno de la ciudad de trabajar por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Destacando el Plan Estratégico 2020 -que pretende reducir las emisiones de C02 un 20% hasta el 2020- firmado por varias ciudades, entre ellas, Zaragoza.

Las entidades criticaron, a la altura del número 46, que la única intención de PP, PSOE y Ciudadanos -partidos que votaron a favor del expediente- pasa por «despeatonalizar» esta céntrica vía.

Explicaron que, además de querer evitar la circulación de coches, buscan proteger el patrimonio de la fachada del edificio y de su jardín interior. A su juicio, si la zona se verá degradada en caso de que se permita circular a los vehículos.

Las entidades firmantes aprovecharon el momento para reivindicar la necesidad de crear una salida del barrio por la calle Taboada mediante un giro a la izquierda que «el ayuntamiento de la ciudad deniega por considerar ese giro prohibido», explicaron.