Dejó el Zaragoza tal sensación de fragilidad el sábado en Tarragona que la gente se revolvió para mirar cuántas cosas quedan por cambiar en el equipo, más que nada por tratar de hacerse a la idea de si Popovic tendrá que arar el camino hacia el ascenso con esos bueyes o le van a traer algún tractor último modelo para acelerar la marcha. Pues bien, faltan por llegar los hombres que deben poner la diferencia en el fútbol de ataque. Uno está entrando por la puerta, el colombiano Hinestroza, y el otro es Jaime Romero, bien conocido, en lo malo pero sobre todo en lo bueno. ¿Qué falta? Encontrar otro Willian José, un hombre que aporte luz y talento. No es fácil, desde luego, y seguramente habrá que esperar hasta el final.

De momento, tiene solo dos atacantes, y son de un perfil bien distinto. Ángel es un cazagoles que le saca el jugo al fútbol exprimiendo su pidardía al límite del fuera de juego; Ortuño se encuentra mejor en la posición y el contacto. No hay más, aunque se puedan adaptar otros como Jaime. También, dicen, puede valer el japonés Hasegawa para moverse por detrás del delantero, aunque sus diligencias físicas no le ayuden en las transiciones. Está por ver, en cualquier caso.

Sea como sea, resulta incuestionable que Popovic va a necesitar un tercer delantero. Aún más, precisa que no sea uno cualquiera. Se le entendió bien claro en Aragón TV a Martín González antes de que arrancara el decepcionante fútbol de Tarragona. "Nosotros queríamos que viniese Willian porque nos hace funciones de segundo delantero y creo que ahí puede llegar alguien si encontramos un jugador de buen nivel", explicó el director deportivo, que quiso incidir en otras zonas del campo, las que está a punto de resolver: "De verdad pienso que lo que nos falta es un poquito de velocidad, sobre todo por fuera, la gente que te busca el uno contra uno y crea superioridad. Si la encontramos, el equipo estará bastante compensado".

El resto del problema viene por detrás. Bien cierto es que tendrían que producirse una concatenación de desgracias para que Rico y Lolo formasen la pareja de centrales cuando llegue la verdad. No lo es menos que ni Lolo ni Rubén ofrecen las garantías suficientes para responder a las ausencias de Mario y Vallejo, titularísimos a estas alturas, con Cabrera al acecho. Pero dice Martín González que solo hablará de centrales "siempre que salga alguien". Es decir, si convencen a Lolo y/o Rubén de la inconveniencia de quedarse.

Si lo consigue, el Zaragoza acabará contratando a quince futbolistas. O sea, los mismos que la pasada temporada. Se habla ya de una plantilla más compensada, aunque sin reflexiones sobre el talento. "¿Le gusta cómo está quedando el equipo?", le preguntaron a Ángel Martín. Lo dejó en un "yo creo que sí" nada categórico que arregló con sinceridad: "Nos falta alguna gotita puntual para desequilibrar. No me atrevo a decir que tenemos una plantilla mejor, pero sí más compensada".