El Gran Premio de Canadá puede resumirse como muchos otros grandes premios desde que, en Australia-2014, es decir, hace ya más de un año, Mercedes empezó a liderar y dominar el Mundial de F-1 y no ha dejado de pasearse de la mano, especialmente, del británico Lewis Hamilton, que ayer obtuvo su cuarta carrera (Australia, China, Baréin y Canadá) y su equipo el cuarto doblete de la temporada: Australia, China, Barcelona y Canadá. Y, por supuesto, el tercer clasificado, ayer el novedoso y veloz finlandés Valtteri Bottas (Williams-Mercedes), a más de medio minuto del vencedor.

No hubo carrerra, no hay Mundial, o sí, el duelo Hamilton-Rosberg y todo se redujo al marcaje entre ambos, que corrieron las últimas vueltas ahorrando combustible y mimando sus frenos. Rosberg pudo haber apretado a Hamilton, pero hubo pacto. "Lo tenía controlado, nunca tuve en peligro la victoria, pues tenía algunas décimas guardadas en mi bolsillo", reconoció Hamilton. Solo el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) ganó en Malasia; solo Rosberg se atrevió a toser a Hamilton en Barcelona y Mónaco, pero Lewis sigue dominando a placer el Mundial.

Mientras Hamilton le daba otro mordisco a Rosberg (ya son 17 puntos los que les separan), los demás se desesperan. Ferrari falló ayer en su intento de acosar a Mercedes, pese al carrerón de Vettel; Williams se subió, por vez primera, al podio este año y espera, dice, dar el golpe con las nuevas evoluciones que llegarán en Austria y Red Bull, como reconoce Daniel de Ricciardo, "estamos bastante perdidos, mucho".

Todos los ojos están, sin duda, situados sobre el ridículo que está protagonizando McLaren y Honda. Fernando Alonso y Jenson Button no acabaron la carrera. El asturiano es la tercera vez consecutiva que se retira: Barcelona. Mónaco y Montreal. Hay que remontarse a su inicial época en Minardi (2001) para un desastre así. Pero el nano sigue creyendo en el proyecto.

"Antes disfrutaba Red Bull; ahora Mercedes, ya nos tocará a nosotros", empezó diciendo un sereno Alonso, que se enfrentó a su ingeniero durante la carrera cuando éste le pidió que ahorrase gasolina. "No pienso pilotar como un aficionado ¡dejame disfrutar! ¡ya ahorraré gasolina al final!". "Confío ciegamente en McLaren y Honda. Soy optimista porque todo lo que esta haciendo el equipo tiene sentido y lógica. Solo pido paciencia, aunque sé que nuestro coche corre 35 kms/h. menos que el Ferrari".