Todo parecía indicar que el séptimo congreso regional de UGT Aragón, que se celebra hoy y mañana en Zaragoza, iba a ser una balsa de aceite con la única candidatura del actual secretario general, Daniel Alastuey. Sin embargo, la presentación de la lista alternativa liderada por el presidente de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), José Ángel Oliván, ha abierto la pugna por el liderazgo en el sindicato. Aunque asegura que lleva un mes gestándose, la candidatura de Oliván ha supuesto una sorpresa generalizada en el seno de la organización, generando ilusión entre algunos delegados y recelo entre otros.

El presidente de la UCA, que pronostica tras "hacer números" que la votación va a estar "muy reñida", ha decidido dar un paso adelante porque ve "necesario" un cambio en la dirección de la central sindical, al tiempo que apuesta por abrirla más a los afiliados.

Según fuentes internas, en un principio hay dos (de las seis) federaciones que apoyan claramente a Alastuey: la de Metal, Construcción y Afines (MCA) y la de Servicios Públicos (FSP). De hecho, el secretario general de MCA, José Juan Arcéiz, receló abiertamente de la candidatura de Oliván porque "es una persona que lleva fuera del sindicato y de la representación sindical 15 años": "Es legítimo que se presente, pero el sindicalismo ha cambiado mucho con la crisis y el que no ha pasado por eso no lo sabe y sigue anclado en el pasado". En este mismo sentido, la responsable de FSP, Alicia Hernández, aseguró que para conocer una organización "hay que vivirla desde dentro", si bien apuntó que "todo cabe en un proceso democrático como este".

Oliván, por su parte, niega que haya estado "alejado" del sindicato. "Tras dejar de formar parte de la dirección en el 2000, estuve muy activo en la sección sindical de CAI hasta que me prejubilé en el 2013 y luego he mantenido la relación desde Fitag, así que jamás he abandonado estas labores", subrayó.

Es precisamente en la federación de Industria y Agroalimentaria, de la que forma parte, donde más apoyos tiene Oliván. Su máximo responsable, Juan Gonzalvo, prefiere no revelar su posicionamiento personal y apuesta por "la libertad de voto individual". Con todo, reconoce que las tesis del presidente de UCA han sido bien recibidas por buena parte de la federación y afirma que el debate interno siempre es "enriquecedor" para UGT.

UN SIGNO DE "VITALIDAD"

En esta línea, y aunque no se posicionan a favor de uno u otro candidato, los líderes de las federaciones de Trabajadores de Enseñanza y de Servicios para la Movilidad y el Consumo, Gloria Pardillos y Santos Paricio, aseguran que la llegada de una nueva candidatura es "un signo de vitalidad en la organización". "El número de avales nos puede dar una pista de quién puede estar mejor posicionado, pero está todo por decidir", indica Pardillos. "Igual hasta se presenta alguien más", apunta el líder de la federación de Servicios, Pepe Gimeno, quien tampoco muestra sus preferencias ni las de sus delegados.

Quizá algunos no tomen su decisión hasta escuchar hoy el plan de acción de cada candidato. El de Oliván apostará por "dar un golpe de timón" a la organización y por identificar "bien" sus problemas. "Estos años se ha puesto el enfásis en los asuntos económicos y no se ha hecho tanto caso a la caída de la afiliación, que es lo realmente importante", indicó Oliván, que abogó por centrarse en captar a las nuevas generaciones de trabajadores: "Debemos dar a conocer más y mejor el sindicato".

Además, consideró que la central debe "abrirse más" a la sociedad y a las "nuevas realidades". "Por poner un ejemplo, en los últimos años no hemos hecho casi nada con los desahucios y nos debería haber importado", indicó. Oliván, que también quiere que los afiliados "tengan más voz en algunas decisiones", no acaba de ver claro el traslado de sede y reconoce que la gestión económica de Alastuey, que ayer no quiso hacer declaraciones, ha sido "sensata".