Un año más la historia se repite. El Gobierno deja caer que le gustaría compensar a los funcionarios por los recortes, pero a la hora de la verdad no se concreta. Hace mes y medio soltó el globo sonda de que los empleados públicos recibirían el 75% de la paga extra suprimida en el 2012 --el 25% lo abonó hace meses-- pero ha tenido que recoger velas. Mariano Rajoy se apresuró a decir que se pagaría "según lo recaudado", y Cristóbal Montoro matizó que se hará "cuando exista margen presupuestario".

La rebaja fiscal reciente hace temer lo peor a los sindicatos ya que ven que no han aumentado los ingresos a tal nivel como para que el sector recupere el poder adquisitivo.

Junto a la revalorización de los salarios y la paga extra, la plataforma de reivindicaciones de CCOO, CSIF y UGT es muy similar e incluye temas como la convocatoria de la oferta de empleo público, la recuperación de los días de libre disposición --los conocidos moscosos--, la evaluación de la carrera profesional y la movilidad y un protocolo contra las agresiones de que son objeto los empleados públicos, sobre todo, los de prisiones.

Ninguno de estos temas se ha resuelto en las reuniones técnicas que se han celebrado esta semana en el Ministerio de Hacienda, en las que sus representantes no han tenido perfil político, se quejan las centrales. Todas han pedido a Montoro que si quiere que los empleados públicos participen de la recuperación convoque un "proceso real" de negociación, señalan fuentes del CSIF. Este sindicato cifra en un 30% la pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios tras cinco años de congelación salarial, y considera "insuficiente" que se traslade a la Administración la subida salarial pactada en el sector privado hasta el 2016.

"El Gobierno no tiene cultura de negociación y da sensación de debilidad", dicen desde CSIF, pero advierten que en vísperas electorales hay casi tres millones de familias pendientes de alguna propuesta concreta. "No hemos pasado de una política de gestos y el sentimiento es de hartazgo y desilusión con tanto globo sonda", subrayan.

Una carta sin respuesta

"Si de verdad tuvieran voluntad de negociación convocarían la mesa de la función pública", avisan desde CCOO. Su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, así se lo reclamó a Montoro por carta el pasado 3 de julio, aunque sin respuesta.

La queja tiene una explicación. El ministerio ha convocado la mesa de la Administración General del Estado para el próximo jueves, pero no es el foro para tomar decisiones. Solo representa a una parte de los trabajadores públicos (550.000). La auténtica competencia sobre salarios y plantillas es de la mesa de la función pública, cuyas decisiones son trasladables a las comunidades, que tienen en nómina a casi 1,5 millones de empleados públicos y la capacidad de devolver la extra.

"La propaganda tiene las piernas cortas y se necesitan acuerdos concretos y no fanfarrias propagandísticas", señalan fuentes de CCOO, y ponen el acento en la recuperación del empleo público ya que se han perdido 250.000 puestos por jubilaciones principalmente. "No dialogan y juegan al globo sonda pese a que ya ha sido condenado en dos ocasiones por la OIT por no respetar las mínimas reglas de la negociación colectiva", subraya el secretario de acción sindical de la federación de servicios públicos de UGT, Juan Antonio Gilabert, que teme que, como siempre, en vísperas de presentar los Presupuestos el Gobierno les llame para comunicar decisiones consumadas.