Viridiana está considerada como una de las mejores películas del cine español. Su estreno en 1961 desencadenó una furibunda crítica del Vaticano publicada en L'Osservatore romano y su prohibición en la España franquista, veto que pudo derivarse de la irreverencia religiosa de muchas de sus imágenes, del protagonismo de un personaje femenino (una novicia) con una inusual libertad de acción y decisión o la presentación de imágenes sexuales laxas y ambiguas.

Para desvelar todos los detalles de la obra de Buñuel, la Universidad de Zaragoza, a través de Prensas Universitarias, acaba de publicar La España de Viridiana.

La publicación, coordinada por la profesora Amparo Martínez Herranz, localiza argumentos dentro y fuera del ámbito estrictamente cinematográfico que sirven para matizar la realidad de aquel momento, explicar a fondo todos los valores de Viridiana y terminar de entender los conflictos generados por la cinta. El libro recoge nuevos materiales que arrojan luz sobre la película y sobre el conflicto que generó: documentos, canciones, fotografías como las de Ramón Masats que hasta ahora no se habían positivado. A través de ellos, de las entrevistas realizadas y de la investigación de los diferentes autores que han participado en la obra es posible entender mejor, 52 años después de su producción y estreno, por qué la película terminó siendo un problema.

AMBIENTE POLÍTICO El análisis comienza por el ambiente político y social de la España en la que se rodó la película, que ha reconstruido Julián Casanova, y sigue por los cambios económicos que se estaban produciendo en el país, como constata Iñaki Iriarte Goñi. En esta misma línea Jesús Rubio Jiménez evidencia la sorprendente renovación que se dio en el campo de las artes escénicas. La película forma parte del juego de contradicciones que Ascensión Hernández constata en el territorio de la arquitectura y Concha Lomba en de las artes plásticas. Y está directamente vinculada con el deseo de construir una imagen de modernidad del país que no siempre se correspondía con la realidad cotidiana, tal y como Pilar Biel e Ignacio Gil aprecian en el dominio del diseño; Francisco Lázaro Sebastián en el de la fotografía, Mónica Vázquez Astorga en el del humor gráfico y Antonio Altarriba, en el de los tebeos.

Además, el libro ahonda en el proceso de la cinta y sus resultados, con estudios sobre las circunstancias que marcaron su producción. Amparo Martínez reconstruye el método de trabajo de Buñuel. También participan en la obra Agustín Sánchez Vidal, Antón Castro, Fernando Sanz Ferreruela, Rob Stone, Nancy Berthier, Luis Alegre, José Luis García Sánchez, Silvia Pinal, Pedro del Rey o Pere Portabella, que ponen de manifiesto la importancia de esta película que todavía hoy, es la única producción española que ganó la Palma de Oro en Cannes.