El fuerte avance de la extrema derecha independentista, el Vlaams Belang (Interés Flamenco), en las elecciones municipales del domingo en Bélgica, generará un renovado impulso a las reivindicaciones nacionalistas flamencas cara a las cruciales elecciones legislativas de la próxima primavera, que pondrá a prueba la debilitada cohesión del país. Los demás partidos flamencos --democristianos (CVD), socialistas (SP), regionalistas (NV-A) y liberales (VLD)-- intensificarán su nacionalismo para intentar erosionar votos al racista Vlaams Belang, que disputa a los liberales el puesto de segunda fuerza política de Flandes. Las primeras estimaciones globales atribuyen el 15,5% de los votos de Flandes al Vlaams Belang y el 16,5%, a los liberales.

Las elecciones de la primavera del 2007 reabrirán el debate sobre el reparto de poder. Mientras Valonia, empobrecida y con un elevado nivel de paro, defiende el mantenimiento del actual situación institucional, la rica Flandes aspira a nuevos incrementos de competencias, en especial la separación regional en la financiación de la seguridad social. El éxito electoral del Vlaams Belang acentuará aún más esa tendencia. El presidente del Gobierno regional flamenco, el democristiano Yves Leterne, ya ha declarado que "Bélgica no es un valor en sí misma".

AVANCE INCLUSO EN AMBERES Los resultados definitivos de los comicios municipales han reforzado todavía más el avance de la ultraderecha flamenca. Pese a perder el puesto de primera fuerza política de Amberes, la segunda ciudad de Bélgica, en beneficio de los socialistas, el Vlaams Belang logró al final mejorar 0,5 puntos el resultado de los comicios del 2000 y acaparar el 33,5% de los votos. El Vlaams Belang es ya una fuerza política temible.