La 40ª jornada de Segunda

Álvaro Giménez y las oportunidades perdidas

El delantero ilicitano regresa a La Romareda con la camiseta del Racing de Ferrol, donde ha recuperado un nivel que no dio en el Zaragoza en la 21-22 y que LaLiga impidió que pudiera ofrecer el año pasado cuando estaba sin equipo

Álvaro Giménez celebra el último gol que ha marcado en esta temporada, ante el Huesca.

Álvaro Giménez celebra el último gol que ha marcado en esta temporada, ante el Huesca. / LALIGA

Regresa Álvaro Giménez a La Romareda con la camiseta del Racing de Ferrol. El delantero ilicitano ha recuperado en el equipo gallego parte de esa versión que le llevó al Pichichi en el Almería en Segunda en la 18-19, con 20 goles, y que no se vio apenas en La Romareda, en aquella temporada 21-22 a las órdenes de JIM en la que llegó cedido por el Cádiz como referencia del Real Zaragoza y se quedó en unas exiguas 5 dianas y un rendimiento gris que no tuvo problemas en admitir en una entrevista a este diario al irse. «Son muy pocos goles, mentiría si dijera que he hecho un buen año», aseveró entonces.

Además, también pedía perdón a la grada zaragocista, con la que mantuvo una relación de altibajos. «La afición conmigo siempre ha estado ahí, aunque hay después de todo, como en todos los sitios, pero en su mayoría me he sentido querido. Por eso, quiero pedirles perdón por no haber dado el nivel que creo que tengo», aseveró, dejando clara una frustración por su rendimiento a sabiendas de que Zaragoza pudo ser una estación clave para relanzar su carrera y no la aprovechó.

Cristóbal: "Sé lo que aprieta esa afición"

Cristóbal Parralo, técnico del Racing de Ferrol, tildó el partido de «importantísimo» en la pelea por el playoff, ya que «de no ganar será difícil tener opciones», además de elogiar al Zaragoza, a Víctor Fernández y a La Romareda. «Víctor es un gran entrenador. Casi siempre lo había visto jugar con defensa de cuatro y quizás por la plantilla que se ha encontrado está jugando con tres centrales. Es un equipo reconocible y complicado porque además juegas en La Romareda que es un estadio que conozco y sé lo que aprieta la afición apoyando», dijo el entrenador del Racing de Ferrol, que añadió: «Ellos también necesitan la victoria y puedan tener un momento en el que tengan que ser inteligentes para no conceder y manejar los tiempos». 

Llegó cedido por el Cádiz, con una opción de compra en caso de ascenso que superaba el millón de euros en una operación en la que el Zaragoza asumía unos 600.000 euros, en torno a la mitad de su ficha en el Cádiz. Era la gran apuesta para comandar el ataque, un jugador que había demostrado solo tres temporadas antes que era capaz de llegar a las dos decenas de dianas, lo que le llevó a fichar por el Birmingham inglés, donde no se adaptó para llegar al conjunto gaditano en enero de 2020 y que el ascenso supusiera ejecutar una opción de compra por el club cadista de 2,7 millones de euros.

En la Tacita de Plata apenas encontró espacio y sus habilidades como delantero rematador, zurdo y con una buena capacidad aérea, quedaron eclipsadas hasta que Torrecilla le abrió la puerta en el verano de 2021 del Zaragoza. 34 partidos, 22 de titular, cuatro goles fuera de casa, ante Burgos, que salvó el puesto de JIM y que celebró abrazándose a un aficionado al que después regaló una camiseta, Las Palmas (2) y Amorebieta y uno en La Romareda, frente al equipo canario, un bagaje escaso, que llevó al club a apostar en enero por Sabin Merino, de nulo rendimiento anotador en el tramo final en ese curso y de cesiones posteriores a San Luis y Racing de Ferrol, donde hoy no jugará por la cláusula del miedo y por estar lesionado.

Regresó a Cádiz Álvaro y tuvo aún menos espacio que antes de irse para en enero de 2023 rescindir el medio año que le quedaba. Tenía opciones en el extranjero, pero le llamó el Zaragoza, Escribá le conocía del Elche y el club hizo hueco con la salida de James al Wisla. Estaba dispuesto a venir, pero LaLiga computaba 300.000 euros en su salario y el Zaragoza no tenía tanto margen, dejando en nada una operación por seis meses que Cordero tenía cerrada y que satisfacía al jugador, que veía la idea con los ojos de una reválida.

Tras medio año sin equipo, Álvaro, a sus 32 años, ha encontrado su espacio en A Malata, donde acaba vínculo en junio. Lleva 8 goles, todos han sumado puntos para su equipo (17 en total), uno de ellos de cabeza al Zaragoza para la victoria ferrolana en la primera vuelta. 35 partidos de Liga acumula, 31 de titular, con 2.512 minutos, con 4 asistencias para ser uno de los jugadores decisivos del equipo. Un rendimiento mucho mejor que el de Zaragoza, sin duda. 

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