La Harinera de San José está más cerca que nunca de volver a abrir sus puertas. Por lo menos, en cuanto a trámites burocráticos se refiere. El Gobierno de Zaragoza ha encargado a Zaragoza Cultural la redacción de un proyecto de gestión cultural para el futuro edificio y a Zaragoza Vivienda que se haga cargo de la rehabilitación del espacio en desuso y que tantas reivindicaciones de vecinos y colectivos lleva a sus espaldas.

El grupo municipal de IU, gran impulsor por darle un uso social y vecinal al edificio, contempla en sus presupuestos de 2013 una partida de 300.000 euros para su renovación. Una cantidad "suficiente", según Pablo Muñoz, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza y presidente de la Junta de Distrito de San José, para poder adecentar la primera planta, objetivo principal del proyecto con vistas, a largo plazo, de extenderlo a otro más.

Que llegue al Gobierno es un gran paso ya que la propuesta de rehabilitar este edificio se ha quedado a las puertas de ser atendida en varias ocasiones, desechando hasta cuatro proyectos sociales. Ahora, el Gobierno de la ciudad encargará a Zaragoza Vivienda la elaboración de un plan técnico y urbanístico, pudiendo, a su vez, requerir a otras empresas las labores necesarias en la rehabilitación. Por su parte, Zaragoza Cultural redactaría, a través de un técnico del consistorio, el proyecto cultural.

Respecto a su función social, Muñoz explicó que se quiere evitar crear "un centro cívico al uso" optando por una fórmula de cogestión social-municipal, implicando así "al tejido colectivo" del barrio de San José en un equipamiento compartido.

Involucrar a los vecinos tiene un doble motivo y objetivo. Por un lado, la implicación social que conllevaría, ya que la Harinera se abre por y para el disfrute vecinal y serán estos quienes se encargarían de parte del desarrollo de las actividades; y, por otro, solventar de forma sencilla la imposibilidad de contratar a personal en época de crisis.

"UN PASO ADELANTE"

Desde la Plataforma Ciudadana por la Apertura de la Harinera, su portavoz, Eduardo Galochino, valora positivamente "este paso adelante", pero advierte "de que todavía quedan muchas cosas por hacer". Para él, es fundamental "que se modifique el PGOU y los terrenos dejen de ser suelo residencial y ser calificado como para equipamientos".

Galochino ve necesario que exista una coordinación entre Zaragoza Vivienda y Zaragoza Cultural "para que la adecuación del espacio vaya acorde con los contenidos que se le quieran dar". Además, el portavoz vecinal insiste en que "se tiene que definir ya el uso y la gestión futura", y apuesta porque esta deberá ser "pública y participativa con el protagonismo del movimiento vecinal, social y cultural del barrio".