El Getafe es un equipo al que no se le puede dar la espalda en las segundas partes en ninguno de los casos. Lo sabe bien el Real Zaragoza, que en la ida perdió con un tanto de Diego Castro de penalti en el minuto 64. No hay razones científicas y estratégicas para explicar este curioso fenómeno, pero el caso es que el equipo madrileño da lo mejor de sí mismo con un cuchillo entre los dientes tras el descanso.

Un ejemplo clarificador de su viveza pasado el ecuador de los partidos es que en los segundos capítulos de sus encuentros ha marcado 24 de los 35 goles que figuran en su cuenta realizadora. Casi un 70%. Una barbaridad. Su último acelerón contra el reloj está tan próximo que quema: Giovani dos Santos adelantó al Mallorca (m.24) y Diego Castro de pena máxima (m.71) y Adrián Colunga (m.82 y m.86) dfusilaron al atardecer a la escuadra balear.

El espacialista es Diego Castro, certero lanzador de penaltis, con cinco dianas. No solo tumbó al Real Zaragoza en La Romareda en la segunda mitad, sino que también lo hizo con el Mallorca y salvó un punto contra Osasuna en el 90. Lafita, quien no estará mañana, Pedro León y Colunga también siguen la pauta de sus compañeros: el zaragozano marcó en el 86 en Anoeta, donde Carlos Martínez empató en el 90, y cerró la victoria contra el Valladolid (2-1 en el 78).

El Getafe, además, ha remontado cuatro partidos que se le pusieron en contra de salida. El primero frente al Real Madrid en su estreno de Liga en el Coliseum. Higuaín acertó en el minuto 25 y Juan Varela (m.53) y Barrada (m.75) provocaron la primera gran sorpresa de la temporada. En la jornada 12, el Valadolid se las prometía muy felices cuando Óscar González despejó el camino con un gol sobre la bocina de la primera parte. De regreso, Ruano (m.74) y Lafita (m.78) dejaron secos a los de Pucela. Pizzi alimentó las esperanzas del Deportivo con un penalti transfornado con apenas una docena de minutos jugados, pero Diego Castro igualó desde los once metros (m.25) y Álvaro (m.81) y Colunga (m.84) enmudecieron Riazor. Lo de Mallorca, la pasada jornada, fue un nuevo aviso.

Las segundas partes son extraordinarias para el Getafe. Saca petróleo de ellas. El Real Zaragoza tendrá que mantener los ojos abiertos hasta el último segundo y más allá.