El tribunal encargado de juzgar a cuarenta personas por un caso de narcotráfico en Málaga ha decretado orden internacional de busca y captura para uno de los acusados, un sargento del Equipo de Delincuencia y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil, al no comparecer en el juicio, que ha quedado suspendido.

La vista oral iba a comenzar hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga y entre los acusados hay seis guardias civiles, entre ellos el que fuera jefe del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Málaga.

Al inicio de la sesión, el fiscal ha pedido la suspensión al considerar que el sargento, al que se le pide 55 años de cárcel, es uno de los principales acusados de la trama y "un elemento esencial" que podría haber abandonado el país.

La Sala ha acordado también el ingreso en prisión del mencionado guardia civil, al que el fiscal en su escrito acusatorio, al que ha tenido acceso Efe, le asigna la categoría de sargento.

Los magistrados que componen el Tribunal han decretado, además, busca y captura para un segundo acusado, que según su hermano, también procesado en este procedimiento, podría haber ido al hospital al sentirse indispuesto.

La Sala ha argumentado que si este segundo acusado acredita en las próximas horas su ausencia no se dará curso a la orden de busca, captura e ingreso en prisión.

La vista oral se reanudará el próximo 14 de octubre, en previsión de que para esa fecha ya se haya solucionado el problema de las dos personas que no han comparecido, ya que en caso contrario se les declararía en rebeldía.

Entre los acusados, también hay una abogada, presuntos traficantes y supuestos confidentes, según se desprende del relato fiscal.

Para el exjefe del EDOA, teniente de la guardia civil, el fiscal pide más de treinta años de prisión e inhabilitación por delitos como revelación de secreto, contra la inviolabilidad del domicilio, contra la salud pública o malversación de caudales.

Respecto al sargento, la acusación pública le pide 55 años de cárcel, ya que además de los delitos anteriormente mencionados, lo acusa de blanqueo de capitales y cohecho.

El fiscal considera que ambos agentes participaron presuntamente en dos operaciones contra el tráfico de drogas en las que habrían contactado con personas que iban a robar alijos de drogas con las que acordarían un operativo para que éstos se quedaran con parte del cargamento.